viernes, 29 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Soft Machine.



SOFT MACHINE.
"Third"
1970.
 




Soft Machine es una de las bandas emblemáticas de la escuela, subgénero o corriente conocida como "La Escena de Canterbury", surgida en dicha ciudad inglesa, los grupos más conocidos de esta "escena" son: Caravan, Camel, Gong, fundada en París por Daevid Allen, ex miembro de la banda que nos ocupa y Soft Machine, otros grupos menos conocidos por factores ajenos a su calidad musical eran: National Health, Gilgamesh, Henry Cow, Delivery y Khan, su sello era el de ser grupos de Rock, muy influidos por la sicodelia y el Jazz, la versión inglesa de la propuesta de Miles Davis en "Bitches Brew", y las posteriores de sus pupilos McLaughlin, Corea, Hancock, Zawinul y las bandas que formaron: Mahavishnu Orchestra, Return To Forever, Weather Report y The Headhunters, lo que no significa que la banda con nombre de novela de William Burroughs, tenga un estilo similar a los proyectos mencionados.

El asunto que primero se debe aclarar es que no hay una sola "Maquina Suave", sino dos y si nos ponemos a bordar fino, podrían ser hasta tres, la que grabó el disco debut, permeada hasta los huesos por las ideas musicales de un loco genial que despues de ese disco abandonó a la banda para hacer música solo, porque él no era para estar en grupos donde tuviera que hacer lo que otros quisieran y a partir de allí hizo discos fabulosos a nombre de Kevin Ayers.

Para el segundo disco, el liderazgo lo tomó Robert Wyatt, con el contrapeso de Michael Ratledge, este último el principal compositor de música y arreglos, mientras que Wyatt, era el letrista estelar, en ese segundo disco, la tendencia sicodélica amainó y apareció una vena progresiva-jazzística, y se podría decir que se estaba produciendo una primera transición que se prolonga en el "Third".

El famoso "Tercero" es un disco muy ecléctico, que abarca varias formas  musicales y puede resultar para el escucha desconcertante porque pasa de un ambiente a otro de forma abrupta, pero también puede resultar fascinante si se le escucha como una crónica de la evolución de la banda, empieza muy vanguardista, pero más cercano a Frank Zappa que a Miles, a la mitad es Jazz-rock de la mejor calidad, muy inglés aún abrevando en el Jazz  y termina en plan hiperexperimental, codeándose con las bandas alemanas del movimiento "Kraut".

El sonido de "Third" se escucha denso y movedizo, en esto tiene que ver que el que era originalmente un trío, en el tercer álbum llegó a octeto, con la base de los teclados de Mike Ratledge, el bajo de Hugh Hooper y las percusiones de Wyatt, agregándose cuatro músicos que forman una gran sección de metales (sax alto, saxello, sax soprano, flauta, trombone y clarinete) y para seguir con la experimentación audaz, también estaba el violinista Rab Spall, con esta dotación de instrumentos se hizo uno de los más sorprendentes álbums de 1970, una especie de complemento de la gran sorpresa del año en América, el santificado "Bitches Brew", no tengo idea de cuál haya sido editado primero, pero es obvio que no se influyen entre sí, más bien se complementan.

En el "tercero" se presentó la última gran composición de Robert Wyatt, quien después de este álbum abandonó al grupo y es la única de las cuatro piezas que tiene letra, una especie de despedida, pues con discos instrumentales como fue a partir del cuarto, el letrista y cantante salía sobrando y la muestra de que el antiguo líder perdía espacios y estaba siendo desplazado, se dice incluso que el resto de la banda no quería grabar esta joya que se llama "Moon in June" y que el propio Robert tuvo que grabar el bajo y el órgano, si es cierto que "Third" es el gran disco de Soft Machine, entonces "Moon in June" es la gran pieza de la legendaria banda.


¿Uno de los grandes discos del Jazz-rock? ¿un imprescindible del Rock Progresivo? ¿las dos cosas? hoy puede sonar a más de lo mismo, pero en 1970 esto era ir adelante, ver más que la mayoría, tal vez el genial y visionario Frank Zappa era el único que tenía esos alcances futuristas, pero sea como sea, hoy "Third" es un clásico, una joya cubierta de esa pátina que les da valor y autenticidad a las grandes obras maestras de todos los tiempos.








lunes, 25 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Mona Bone Jakon.




CAT STEVENS.
"Mona Bone Jakon".
1970.





"Tea for the Tillerman" es considerado por críticos, historiadores, melómanos y simuladores, como el gran disco de Cat Stevens, allí están enormes y exitosas canciones como : "Where do the Children Play?" "Wild World" "Sad Lisa" "Father and Son" "Miles from Nowhere" y casi todas las piezas del disco que brilla cuando lo sacas al sol, con el, Cat se hizo famoso en el nivel planetario, se reveló como el nuevo mesías del Rock-folk inglés o del Rock acústico y el mundo descubrió a un meticuloso orfebre de los sonidos, el artista que pulía sus canciones como joyas, hasta el límite exacto sin barroquismos ni exageraciones.

Pero todo esto a mí no me importa, mi disco favorito de Stevens es su antecesor, publicado el mismo año y verdadero portento de belleza y sensibilidad, el oscuro, extraño y misterioso "Mona Bone Jakon", que es el debut del Cat que todo el mundo conoce, sus trabajos anteriores anunciaban al gran creador de canciones, pero fue en Mona Bone... donde se develó su talento fuera de serie.

Dos años antes, cuando ya empezaba a ser conocido y había hecho llegar algunas de sus canciones a las listas de popularidad, enfermó de tuberculosis y pasó más de un año entre hospitales y reposo en casa y parece que ese período de descanso forzoso, le permitió reformular su posición ante la música y las canciones, compuso una gran cantidad de piezas que se alejaban del tono Pop que hasta ese momento lo había caracterizado y al volver a la actividad, las presento a Paul Samwell-Smith, el bajista de The Yardbirds, quien hizo mejor carrera como productor que como músico.

Samwell-Smith, aceptó producir el disco con la banda formada por Stevens en la guitarra, el piano y la voz; Alun Davis en la guitarra, en este y varios discos posteriores; John Ryan en el bajo y el percusionista Harvey Burns, además el disco fue tocado por la gracia de que en una pieza, "Katmandu", tocara la flauta "el arcángel" Peter Gabriel, para complementar los arreglos, en algunas piezas aparecen violines, violas y cellos manipulados por ilustres desconocidos que no merecieron ni un crédito, con esta precaria dotación instrumental, Cat demostró sus habilidades de orfebre virtuoso, sacando el mayor provecho de la sencillez y creando piezas de finísimo acabado.

El tono general del disco es oscuro, melancólico e intimista y hasta canciones con tema frívolo como "Pop Star", conservan ese matiz muy ad hoc a los temas tratados: el amor, el desamor, la muerte, las preguntas clave de la existencia, la divinidad y las contradicciones del mundo terrenal, con esta agenda temática, Stevens empezó a presentarse como un letrista de gran nivel y cercano a la poesía, como en "Lady D'Arbanville", inspirada en una ex novia de ese apellido, bellísima canción dedicada a la muerte y al amor, con cierto aire medieval, un poema como letra y un prodigio musical hecho con unas guitarras acústicas, percusiones y un lejano, casi inperceptible órgano.

Si fuera un reseñista desconsiderado, comentaria cada canción con amor y entusiasmo, porque todas me gustan mucho, pero para no correr el riesgo de que no termines de leer el artículo, solo diré que entre la colección de joyas de alta orfebrería, destacan también: "I Think I see the Light", entre el amor, el misticismo y ese piano exacto que hace casi todo el arreglo, "I Wish I Wish", "Katmandu" con aires orientales explicables por los antecesores griegos de Steven Demetru Georgiou, nombre oficial del Cat y "Fill my Eyes".

Para terminar diré que durante décadas, desde que descubrí esta hermosura en la casa de mis primos en la bella Guanajuato, busqué y busqué, qué diablos era Mona Bone Jakon e imaginaba algo trascendente, místico o filosófico, hace muy poco encontré una versión donde se dice que el propio Cat confesó que Mona Bone era sólo un nombre que a él se le ocurrió para nombrar a su terrenal y prosaico pene.



















viernes, 22 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Paranoid.




BLACK SABBATH.
"Paranoid"
1970.


 


En una antología del año 1970, tienen que estar, las tres bandas reconocidas por unanimidad, como las fundadoras del heavy metal, pues para algunos historiadores, 1970 fue el año de la explosión metalera y de la consolidación del género: ya se conocían los dos primeros discos de Led Zeppelin, se editó el primer trabajo "metalero" de Deep Purple (In Rock) y el debut de Black Sabbath había sido cualquier cosa menos inadvertido, una especie de Blues fiero y enérgico nacido en el Reino Unido hacía contrapeso a las elaboraciones exquisitas del Rock ácido, la Sicodelia, el Progresivo y el Folk rock.

Paso a paso, iban apareciendo las bases y columnas que sostendrían al género metalero: los vocalistas de voz agudísima y escalofriante y su pionero y gran maestro Robert Plant, imitado por Gillan del Deep y por Ozzy Osbourne, de la banda de Birmingham que había adoptado el nombre de Black Sabbath y con ese apelativo y sus temas oscuros, inauguraba el satanizado Rock que se solazaba hablando de brujas, demonios y aquelarres.

Jimmy Page del Zeppelin se había encargado de delinear el uso de la guitarra líder, su característica pesadez, sus solos taladrantes e intensos y había esbozado el uso indispensable de los riff, Tony Iommi, el guitarrista del Sabbath que tenía un defecto en las yemas de dos dedos, provocado por un accidente fabril y que lo hacía aflojar las cuerdas de su guitarra para no sufrir dolores, institucionalizó el recurso y se convirtió en el "señor del riff" con el sonido característico y único de las cuerdas destensadas.

Por último, el Sabbath en éste su segundo disco, aceleró el ritmo habitual en Zeppelin, lo hizo más agresivo e inauguró el recurso del bajo que sigue puntualmente al requinto, en vez de hacerle contrapunto, el no siempre bien valorado "Geezer" Butler, era entonces, el gran maestro de esa técnica que también revolucionó al metal, además de contribuir con la mayoría de las letras.

"Paranoid" que inicialmente iba a llamarse "War Pigs", cambió de nombre porque los dueños de la disquera querían que la canción homónima y que se refería a los gobernantes planeadores y ejecutores de las guerras, pasara lo más inadvertida posible, inició, junto con "In Rock" de Deep Purple el big bang del género que después de estos dos discos, no volvió a ser el mismo, puso en el camino de la inmortalidad a "Pranoid", "War Pigs", "Iron Man" y "Rat Salad" y llegó muy alto en las listas de popularidad inglesas y sobre todo norteamericanas, donde hizo furor e inspiró a una cantidad difícil de calcular, de jóvenes que años después serían las estrellas del heavy metal.




 













jueves, 21 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Déja vu.




CROSBY, STILLS, NASH & YOUNG.
"Déja vu"
1970



 
Hay dos esquemas de conjunción de circunstancias muy repetidos, para que el resultado de unas sesiones de grabación devengan en un disco excepcional, ejemplar y magistral: el primero consta de gran conjunción y armonía entre los creadores, además de estados de gracia especiales que se conviertan en inspiración sobrenatural y el segundo se compone de un ambiente de tensión y desacuerdos entre los que hacen el disco, ambiente hostil que potencia las posibilidades individuales, creando dinámicas de trabajo donde los músicos tal vez ni se hablan, pero se genera entre ellos una competencia feroz que beneficia al resultado final.

Pero hay un tercer esquema que hasta donde se, sólo se dió cuando Crosby, Stills, Nash y Young grabaron "Déja vu", donde según testigos directos, los cuatro mencionados pasaban por momentos emocionales difíciles y la relación entre ellos era extremadamente conflictiva. Crosby acababa de sufrir la muerte de su pareja en un accidente de tránsito y estaba totalmente abatido y pasaba la mayor parte del tiempo alcoholizado o drogado, Nash pasaba un mal momento en su relación con Joni Mitchell y Stills quien también tenía pareja del medio, la cantante Judy Collins, estaba en crisis con ella y por último, el de por sí reservado y hosco Neil Young, tampoco vivía el mejor romance con su pareja.

El antecedente directo del disco, la primera grabación de Crosby, Stills y Nash fue muy bien recibido por todos, tuvo buenas ventas y nadie se explica por qué no siguieron como trío y en cambio a Stills se le ocurrió la genial idea de invitar a su ex compañero en Buffalo Spingfield, Neil Young, con quien llevaba una relación más mala que buena, el carácter reservado de Young chocaba irremediablemente con el protagonismo pedante de Stills.

Los testimonios de Dallas Taylor el baterista y de John Sebastian, los dos invitados, dejan constancia de que el ambiente era de lo peor, que nunca estuvieron los cuatro juntos en el estudio, que si acaso, llegaban a estar dos de ellos, que Young se apresuró a producir sus dos canciones para dedicarse a su álbum de solista y que prácticamente cada quien trabajó por su cuenta, y entonces ¿cómo se explica que el resultado sea tan brillante, armónico, preciosista, bello y perfecto?

Un primer factor, debe ser las casi ochocientas horas de grabación invertidas, que permitieron cuidar al extremo cada detalle, el segundo, que Crosby, Stills y Nash, se conocían bien, sabían que esperaban los otros dos de ellos y sabían que esperar de los otros dos y bien que mal, musicalmente también había buen entendimiento entre Stills y Young y el tercer factor, debe de haber sido la situación sentimental por la que pasaban los cuatro, en el caso de Crosby la pérdida irremediable de la pareja y en el de los otros tres la inminente y dolorosa posibilidad de terminar su relación con las personas queridas, circunstancias dolorosas y atormentadoras que suelen sublimarse en inspiración pura.

Al final, resultó que todas esas circunstancias, dieron un fruto extraordinario, el gran disco del Rock de la Costa Oeste, según muchos, un álbum histórico de obligada inclusión entre los mejores de la historia y el que sin duda está entre lo mejor que hicieron cada uno, juntos o separados, por eso es que, no puede faltar en esta antología del año 1970.



lunes, 18 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Twelve Dreams of Dr. Sardonicus.





 SPIRIT.
"Twelve Dreams of Dr. Sardonicus".
1970.



Una de las respuestas americanas al sofisticado Rock que estaban haciendo los ingleses a principios de los setentas, fue Spirit, que en principio era la banda llamada The Red Roosters, con Randy California, guitarrista de 19 años que había tocado con Jimi Hendrix en los Blue Flames, sacando enorme aprendizaje de dicha experiencia; Mark Andes en el bajo y el cantante Jay Ferguson, los Roosters pasaban sin pena ni gloria hasta que la mamá de Randy, se hizo pareja de un baterista del ambiente del Jazz, llamado Ed Cassidy, contrario a lo que era de esperarse Randy y su "padrastro" congeniaron muy bien y el veterano músico (mínimo les doblaba la edad), se incorporó a la banda, para completar consiguieron a un tecaldista llamado John Locke y el nuevo grupo quedó conformado, cambiaron el nombre a Spirits Rebellious y luego para abreviar, solo Spirit.

Lo anterior, poco más o poco menos, es lo que habitualmente se encuentra cuando se busca información sobre Spirit, banda enorme, revolucionaria y fundamental, pero muy ignorada y poco reconocida que grabó tres álbums antes que este: Spirit (1968), The Family that plays together (1968) y Clear (1969), los tres de altísima calidad y por lo menos dos de ellos, el debut y el aclamadísimo (por los críticos e historiadores) The family plays... considerados obras maestras del Rock de todas las épocas.

La inovadora música de Spirit, descansaba en varios pilares: la experiencia y dirección de Cassidy, quien al haber estado tocando con jazzistas de renombre, poseía un panorama más amplio que sus compañeros y que la mayoría de los roquers del ambiente; las extraordinarias habilidades musicales de Randy, tanto como instrumentista o compositor, las nada despreciables de Ferguson en el mismo campo compositivo y la compenetración entre todos, que reconocían el liderazgo de Cassidy, pero se sabían partes importantes del conjunto.

Cuando entraron al estudio, cargaban con el estigma de saberse creadores de obras importantes que despertaban muy poco interés en críticos y público, lo que llevaba a la inevitable pregunta ¿vale la pena seguir en el mismo camino?, por lo menos uno de ellos, Ferguson, no estaba dispuesto a seguir y esto estaba provocando un distanciamiento cada vez mayor entre él y California, los dos que cargaban con la labor de crear las canciones, parte importantísima del trabajo y razón de ser de la banda.

Lou Adler, el hombre que les tuvo fé y los contrató para Ode, acababa de dejarlos a su suerte y había una sensación de no saber hacia donde ir, en Epic, su nuevo sello, se encontraron con David Briggs, como productor y parece que este cambio y las propias tensiones dentro del grupo, funcionaron creando una dinámica especial que llevó a la grabación a ser la obra maestra de Spirit, según unos, porque para otros es The Family that plays together, pero de un modo u otro, hoy el disco llamado "Twelve Dreams of Dr. Sardonicus", es considerado, obra maestra de todos los tiempos, disco fundamental, imprescindible para todo conocedor y disco de culto (para los elegidos y fuera del alcance del escuchador standard de música).

Briggs enriqueció el sonido Spirit con arreglos de metales, armonías vocales, trucos de estudio, pero la gran inovación, el gran paso fue, la estructuración del álbum, a partir de la idea de los doce sueños, doce historias, doce obras y doce unidades, se despojaron de la preocupación por conservar una continuidad y coherencia, ya sea tamática o musical y se centraron a crear doce pequeñas obras, conteniendo cada una, lo que habitualmente contenían los álbums.

Por otro lado, echaron mano de todos los recursos que tenían al alcance, les parecían pertinentes o los tenían muy trabajados: estructuras y sonidos de varios géneros, Jazz, Blues, Hard Rock y hasta música sinfónica; elementos del Pop como melodías y armonías vocales; sonidos característicos de la música Soul, especialmente los arreglos de metales, coros y ritmos y las raíces roqueras de los Roosters, plasmadas en los sonidos virtuosos de la guitarra de Randy California, quien en la actualidad es considerado entre los grandes de ese instrumento.

Otro elemento que contribuye a que Los Doce Sueños, sean una obra excepcional es lo que parece que hicieron a propósito, poner la música al servicio de los textos, al modo de las Óperas Rock, donde por principio, hay un texto, algo que decir y una forma específica para decirlo, luego se musicaliza, pero no en forma aleatoria, sino dando énfasis donde sea necesario, haciendo cambios rítmicos según el desarrollo de las ideas escritas, adoptando ciertos ambientes sonoros que actuen como escenografías, de modo que cada pieza se nutre de una gran riqueza en todos los sentidos o como dijimos antes: cada pieza contiene todo lo que en la norma se despliega a lo largo de todo un álbum.






 


















jueves, 14 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Desertshore.




NICO.
"Desertshore"
1970.






Una antología roquera de los años setenta en general y del año 1970 en particular, estaría incompleta sin Christa Paffgen o Nico, para que me entiendan mejor: la actriz, modelo, cantante y compositora de canciones; la artista de culto, la protegida de Andy Warhol, la que detestaba Lou Reed, la que adoraba John Cale, la de personalidad y belleza escalofriantes, la de los discos tan inconseguibles como deseados y la madre de todos los darkies.

Nico se había dedicado al modelaje y a interpretar pequeños papeles en plículas de las que, la más conocida fue, "La Dolce Vita" de Fellini y a fines de la década de los sesentas, se trasladó a New York, allí conoció a Warhol y pasó a formar parte de su corte, compuesta de la crema y nata del arte underground neoyorkino, el que muchos consideran el creador del Pop Art, fue deslumbrado por la personalidad de Nico y decidió apoyarla en su carrera musical, que empezaría como cantante.

Para darle ese impulso, decidió anexarla al grupo de Rock que patrocinaba y que estaba a punto de iniciar la grabación de su primer disco, The Velvet Underground y no solo la colocó como la cantante del grupo, sino que le dió crédito especial, el disco se llamaba "The Velvet Underground & Nico", hechos que disgustaron profundamente a Lou Reed, uno de los líderes de Velvet, quien siempre consideró a Nico como un fraude, una intrusa y una imposición de Warhol.

De un modo o de otro, el disco se grabó y causó gran polémica, muchas estaciones de radio lo prohibieron por sus temas cargados de sexo y drogas, los críticos lo abominaron o ignoraron y se vendieron muy pocas copias de él, antes de convertirse en un clásico años después, pero la ganacia para Nico fue, su entrada al mundo del Rock y que se mencionara su nombre.

Como su estancia en Velvet era insostenible, el siguiente paso fue iniciar su carrera como solista, con su voz como protagonista, pero ahora no sólo tenía a un protector, John Cale la otra mitad creativa de Velvet, se sumaba al ejército de pobres mortales que sucumbían a los hechizos de esa mujer nacida en Colonia, en plena Guerra Mundial y que tenía la costumbre de ser encantadora. 




"Chelsea Girl" el debut discográfico de Nico, es una continuación del disco con Velvet, las composiciones son mayoritariamente de Reed y Cale, además de algunas de Jackson Browne quien empezaba a destacar como un compositor fuera de serie, el grupo que la acompañó fue el Velvet con Browne de agregado, se grabó inmediatamente después del famoso disco que tiene como portada un plátano obra de Warhol  y salió a la luz en el mismo año (1967).

Después vendría "The Marble Index", con canciones de Nico, arreglos de Cale y por primera vez, ese sonido dark que caracterizaría la obra de Nico, el tercer álbum, del año 70, fue "Desertshore", la confirmación del sonido Nico, otra vez con repertorio de la autoría de la oscura dama, quien aportó además su voz, el resto, producción, arreglos y ejecución de casi todos los instrumentos fueron obra de John Cale, sin duda el artífice del originalísimo estilo Nico, sus arreglos son tan buenos y la ejecución de una buena cantidad de instrumentos, tan sobrios, oscuros y elegantes, que en muchas ocasiones, caigo en la tentación de pensar que los mejores discos de Cale, son los discos de Nico.

Todo esto no se dice para demeritar a la colonesa, mamá artística de todas las corrientes dark, medievalistas, épicas, etéreas, anexas y similares, pues sin sus letras extrañas y oscuras, su voz y su capacidad para atraer a grandes músicos y potenciarlos al máximo, ni diez Cales, hubieran conseguido lo que la mancuerna logró, una complementación perfecta entre las fantasías y el encanto escalofriante de Nico y el talento de Cale, en un resultado muy europeo, alejado de lo que hacían los "gringos", porque Cale escocés y Nico alemana, tenían otra visión, otra formación y otra cultura musical.






















martes, 12 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Abraxas.



SANTANA.
"Abraxas".
1970.




El debut de Santana, es de sobra sabido, que resultó todo un impacto, el sexteto lidereado por el guitarrista mexicano Carlos Santana, estaba revelando una fórmula novedosa, sin inventar nada nuevo hacía una mezcla perfecta y sin fisuras de Blues, Soul, Música caribeña y percusiones africanas, condimentadas por el sonido rocker de la guitarra de Santana, virtuosa, de excelente técnica y con influencias del Jazz, todo esto mezclado en las proporciones adecuadas, había sido un exitazo, que atrajo a públicos diversos, multiétnicos y multiculturales.

En ese contexto, el segundo disco de la banda, tenía frente a sí un reto importante, como objetivo mínimo había que mantener el nivel compositivo, creativo e instrumental del antecesor, el primer paso para superar el reto fue, buscar al productor adecuado y eligieron a Fred Catero, quien de algún modo "adivinó" la tendencia que tenía el sonido Santana hacia el refinamiento, las estructuras del Jazz, los timbres más suaves y la eliminación de textos, de modo que pulió las asperezas del sonido primigenio, donde las percusiones tenía el papel preponderante, equilibró de modo que luciera más el trabajo de la guitarra y estuvieran menos eclipsados, los teclados y la base rítmica bajo-batería, sin que las percusiones perdieran fuerza ni riqueza.

Y en ese sentido, "Abraxas" es el álbum perfecto de Santana, en el que todo está excesivamente cuidado: el equilibrio entre fuerza y delicadeza, entre todos los componentes genéricos del sound y los papeles que van desarrollando los instrumentos, inclusive hay un equilibrio perfecto entre las partes cantadas y las instrumentales, de modo que da la impresión de fluir sin contratiempos ni tensiones, no es uno de esos discos que angustian al oyente o exacerban sus emociones, no es tampoco el disco para poner a trabajar a las neuronas, es simple y llanamente un disco para disfrutarse de forma relajada y placentera, sin que se tenga la impresión de que está uno rebajando su nivel como escucha y entregándose al comercialismo y la autocomplascencia, perdiendo la exigencia, que es lo mínimo que tiene que conservar un buen melómano.

Por supuesto que de este disco salieron muchos éxitos para toda la vida, o muchas piezas que se hicieron clásicas: "Black Magic Woman", "Oye como va",  "I hop you're feeling better", "Samba pa' tí" o "Icident at Nashabur", con la aclaración de que las dos últimas son enteramente instrumentales, factor que suele hacer a las piezas menos populares, pero eso no fue obstáculo para que se hicieran de muy buenos lugares en las listas de ventas.

La alineación de Santana para este disco fue: Carlos Santana: guitarra y voz; Gregg Rolie: teclados y voz; Dave Brown: bajo; Mike Shrieve: batería y José Arias y Mike Carabello: percusiones (timbales, congas y bongós). Otro aspecto que contribuyó a hacer atractivo al álbum fue su portada que se atribuye a MATI, que no se si es una persona o un colectivo y de la que se dice sirvió de inspiración para la también memorable cubierta de "Bitches Brew" de Miles Davis.


















jueves, 7 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Future Blues.



CANNED HEAT.
"Future Blues"
1970.



 
Canned Heat es una de mis bandas favoritas de toda la vida, por ella descubrí al Blues, sí, antes de haber escuchado a ningún bluesman negro, descubrí al Heat y la revelación fue abrumadora: el ritmo poderoso, las formas de manejar el tempo y diversos ritmos, las contrastantes voces de sus cantantes, los solos de armónica y algo más que no era la suma de lo mencionado, sino un sonido global que trascendía a las partes.

Como buen fan que iba siendo, me informé sobre cada uno de los integrantes: la contrastante dupla de cantantes y compositores, Bob Hite, el gigante obeso de voz atronadora y Alan Wilson, el menudo y tímido hombrecito con voz casi infantil; Larry Taylor, el bajista excepcional que sin duda era el mejor bajista blanco de blues; Adolfo de la Parra, el baterista y del que me enorgullecía, por ser nativo de mi amada ciudad de México y el maestro de la guitarra líder Henry Vestine quien venía de tocar con Frank Zappa.

1970 fue un año muy productivo para Canned Heat, además de "Future Blues", sacaron al mercado un disco en vivo llamado "Live in Europa" y el muy célebre "Hoocker 'n' Heat", álbum doble con John Lee Hoocker que revivió la carrera de éste e hizo que las nuevas generaciones se interesaran en él, pero antes de esta tripleta, ya se habían publicado cinco discos, es decir que, de novatos no tenían nada.

En su discografía había de todo, discos muy parejos y creativos, álbums experimentales no del todo afortunados y piezas que fueron grandes éxitos (Going up the country, On the road again, Refried Boogie), pero sobre todo había un espíritu revolucionario, tocaban el viejo blues, el intocable y sagrado blues, pero trataban de darle una nueva vida, orientación y sonoridad, eran los revolucionarios del conservador blues, la parte americana de esa rebelión que había empezado en el Reino Unido y que encabezaban Cream y John Mayall.

Para la grabación del disco tuvieron que buscarle sustituto a Vestine, quien dejó al grupo temporalmente, el reemplazo fue Harvey Mandel, guitarrista de primera que estuvo en la lista de candidatos para suplir a Mick Taylor en los Rolling Stones y fue el último disco que grabó Alan Wilson, pues murió mientras se grababa el disco con Hoocker, unos meses después de concluido el Blues del Futuro.

A mí me gustan todos los discos del Heat, pero este más que ningún otro: tiene un equilibrio perfecto entre las piezas tomadas de prestado y las composiciones de Hite y Wilson, todas las últimas, obras de la madurez que ya habían alcanzado; las voces suenan llenas de feeling, fuerza y colorido, mi paisano "Fito", está convertido en gran jefe de los tambores y hay un sound inédito, un sonido rasposo, grasoso, sucio, lleno de distorsiones y timbres de profunda negritud y eso se debe a la milagrosa comunión de dos maestros, Taylor en el bajo y Mandel en la guitarra, juntos produjeron un milagro irrepetible de esos que nadie se propuso y nunca fue posible repetir.

Sobra decir que es un disco de absoluta recomendación y disfrute seguro y duradero hasta el último día de nuestras vidas, para ilustrar el trabajo de Taylor y Mandel, se sugiere escuchar con atención "So sad" en el último "video" y por supuesto los otros tres y se tendrá un panorama de esta obra maestra.





 













 

 

martes, 5 de junio de 2012

Los Discos de 1970. Horizons.



THE GREATEST SHOW ON EARTH.
"Horizons".
1970.




 

Hace 42 años se editó este disco que conocí por mi programa favorito de Rock, llamado "Vibraciones" y que transmitía Radio Capital, en ese programa se difundían discos muy recientes de lo mejor que se estaba haciendo en el mundo roquero y muchos de esos discos eran inconseguibles, porque no había ediciones nacionales y comprar discos importados era sólo para ricos, los clasemedieros tirándole a pobres como yo, no teníamos acceso a esas joyas, por eso agradecía que existiera este programa que seguía fiel y cotidianamente.

Por fortuna la pieza llamada como el disco empezó a difundirse en la programación normal y los ejecutivos de las disqueras decidieron hacer la edición nacional del LP y así ya era más accesible y así lo tuve prestado una o dos veces después, desapareció de las tiendas y nunca lo tuve hasta que encontré esta reedición en CD.





"El Espectáculo más grande sobre la tierra" era un nombre más que megalómano  pero aún así, la banda no defraudaba, formada por los hermanos Garth y Norman Watt-Roy en algún lugar de Inglaterra - como dijo Harrison- tenían como modelo a bandas norteamericanas del tipo de Blood, Sweat & Tears o Chicago, así que se dieron a la tarea de reclutar ejecutantes de metales, mientras ellos se hacían cargo de guitarra, bajo y voces, otro apoyo fundamental era Mike Deacon en el órgano, la formación completa y los instrumentos era la siguiente:
 Mike Deacon - teclados
Dick Hanson - corno y trompetas
Colin Horton-Jennings - vocales, guitarra, tambores y flauta
Tex Philpotts - sax
Ron Prudence - congas, tambores
Garth Watt-Roy - voz y guitarra
Norman Watt-Roy - voz y bajo

El resultado de grabar Horizons, fue una especie de catálogo de lo que se hacía en esos tiempos, a ratos suena a "Hair" el musical sobre los hippies, en otros suena a Flock o a Blood, Sweat... y a varios grupos, pero a pesar de las influencias notorias la banda tiene personalidad propia y la visión que les daba la cultura musical europea, mucho más rica que la gringa, marcó diferencia con los grupos que les servían de ejemplo, si estos abrevaban sobre todo en el Jazz, los del Espectáculo más Grande, lo hacían en su folclor,  su música sinfónica y de cámara.

Las canciones tratan temas del momento, la naturaleza, la iluminación, el amor, la posibilidad de un mundo mejor y tienen toda esa ingenuidad y candidez de los grupos de esa época, música dulce y mensajes "positivos", exaltación de los más nobles sentimientos humanos y fé ciega en la redención humana, todo eso que había en el rock poco antes de que llegaran las generaciones de desilusionados y furiosos encabezados por los punks.

El disco tiene para mí, una carga afectiva especial y siempre me trae buenos recuerdos, suelo asociarlo con "Trilogy for the Masses" de Ford Theatre, que tiene una serie de similitudes con él, pero a "Horizons" le falta la coherencia, el ritmo narrativo y el sentido de unidad que tiene "Trilogy...y esto siempre me deja insatisfecho, tiene momentos verdaderamente memorables y hasta sublimes, pero parece que se rompiera abruptamente para volver a empezar, lo que no impide que sea un álbum muy recomendable, después de todo, lo los gustos son subjetivos y cambian de una percepción a otra.







 




 





 










lunes, 4 de junio de 2012

Los Discos de 1970. McDonald and Giles.



McDONALD AND GILES.
1970.




La reunión casi fortuita de estos dos músicos, que no pretendían formar una banda o un proyecto a largo plazo, sino solamente plasmar en una cinta magnetofónica, sus inquietudes comunes, devino en uno de los grandes discos de la historia del rock, ignorado por todas las listas que he visto al respecto, pero imprescindible en mi lista de los mejores discos de la historia.

Ian McDonald y Michael Giles tuvieron su primera colaboración en un grupo legendario, del que eran miembros y en un disco clásico de todos los tiempos: King Crimson e In the court of the Crimson King. ni más ni menos, venian de hacer esta obra monumental cuando decidieron hacer el disco que nos ocupa.

Tal antecedente ya es una recomendación a considerarse, pues por el Crimson no han pasado jamás malos músicos, pero la obra supera todas las previsiones, McDonald el instrumentista múltiple, Giles, el percusionista sobresaliente y dos o tres compañeros de ruta, nada desconocidos y por último, las letras de Peter Sinfield, sí el letrista del Crimson, hacen de este disco una especie de continuación del gigante del progresivo, pero una afirmación de este tipo sería también una simplificación.

McDonald and Giles, no es un disco de King Crimson, ni una imitación de King Crimson, es un disco único y extraordinario, de esos que no se dan por racimos, no hay mejor forma de juzgarlo que escuchándolo, pero se antoja el intento de hacer una descripción que será siempre subletiva y aproximada.

El disco inicia con Suite in C, una de las grandes piezas del rock de todos los tiempos, una verdadera suite con sus movimientos muy bien definidos, gran variedad de instrumentos, acomodados en forma magistral, una sinfonía de sonidos y silencios bella y conmovedora.

Continua con Flight of the Ibis, una fina canción casi acústica, sin instrumentos eléctricos con reminiscencias beatlescas, sensibilidad, exquisitez y emotividad encerradas en tres minutos; La tercera pieza es enérgica pero suave a la vez y la cuarta es otra delicada pieza que recuerda las baladas medievales y que conduce al disco a un remanso de tranquilidad, que se rompe súbitamente con la entrada de Tomorrow's people, para que no olvidemos que es un disco de rock, marcada por las percusiones y el bajo, para de pronto cambiar de ritmo a un solo genial, primero de las percusiones y después de una flauta que lleva de la mano al final de la canción.






El disco termina como empezó, con una larga suite llamada Birdman, en donde los músicos desbordan talento con este formato que les permite cambios de ritmo, complicadas armonías instrumentales y vocales, solos espectaculares y un conjunto sólido, coherente y mágico. La dotación instrumental completa y sus ejecutantes, es la siguiente.


Ian McDonald: guitarra, órgano, saxofones, flauta, clarinete, cítara y voz.
Michael Giles. batería y una rica variedad de instrumentos de percusión.
Peter Giles. bajo.
Steve Windwood. órgano y piano.
Michael Blackesley. trombón.