De cómo no debe ser la música
A principios de la década de los 2miles la música electrónica murió. Las grandes bandas pioneras del género sufrieron una especie de colapso creativo; Chemical Brothers y Prodigy presentaban discos bastante malones, Daft Punk no hacía gran cosa y bandas como Underworld estaban, de plano, desaparecidas del mundo. El boom electro había terminado y el revival del rock era la onda gracias a bandas como The Strokes, luego todo cambió.
De pronto, de la nada salieron un montón de productores y DJs que vinieron a dar un buen y novedoso toque a la electrónica y todo revivió. Tiga, Justice, LCD Soundsystem, Simian entre muchos otros encabezaron otro revival, el de la música electrónica. Todo mundo regresó a las pistas de baile.
Hoy, la música electrónica y sus elementos son usados sin distinción de género y en un sinnúmero de diferentes facetas. Hay electro con punk, con rock, con música balcánica, con disco; hay ambient y minimal para escuchar, y disco house para bailar, en fin, la variedad es increíble. Aunque la variedad no siempre temina siendo algo bueno.
Por ahí del 2003, bandas como Justice, MSTRKRFT y Digitalism comenzaron a hacer una electrónica bastante potente y sucia, con beats atascados, poderosos y durísimos. Era como el nuevo rock and roll, este ritmo novedoso revolucionó (y revivió) el género... luego algo pasó.
El último mes fui a un par de fiestas con nuevos DJs/productores especialistas en eso que algunos llaman "electrónica de avanzada". El millonario Steve Aoki y los franceses StereoHeroes llegaron al DF a hacer de las suyas para complacer a un público poco estudiado y fácil de convencer. Este par y sus más allegados Bloody Beetroots, Congorock, Designer Drugs y etcétera intentan hacer una electrónica que no le llega ni a los talones a sus papás de hace un par de años; el abuso indiscriminado de efectos, los beats facilones, los sets prearmados, la poca imaginación, el mínimo arriesgue. Estos cuates se van a lo fácil y dejan mal parado a un género que muchos critican por ser fácil de ejecutar y poco elaborado.
Querido lector, evite dejarse engañar por esos cuates; la electrónica es un género tan complejo como cualquier otro, su creación y ejecución tiene mucho chiste y va mucho más allá de un pegajoso sonidito repitiéndose una y otra vez. Démosle credibilidad al género, hay tantos excelentes exponentes, déle una escuchada a todo aquello que vale la pena.
De pronto, de la nada salieron un montón de productores y DJs que vinieron a dar un buen y novedoso toque a la electrónica y todo revivió. Tiga, Justice, LCD Soundsystem, Simian entre muchos otros encabezaron otro revival, el de la música electrónica. Todo mundo regresó a las pistas de baile.
Hoy, la música electrónica y sus elementos son usados sin distinción de género y en un sinnúmero de diferentes facetas. Hay electro con punk, con rock, con música balcánica, con disco; hay ambient y minimal para escuchar, y disco house para bailar, en fin, la variedad es increíble. Aunque la variedad no siempre temina siendo algo bueno.
Por ahí del 2003, bandas como Justice, MSTRKRFT y Digitalism comenzaron a hacer una electrónica bastante potente y sucia, con beats atascados, poderosos y durísimos. Era como el nuevo rock and roll, este ritmo novedoso revolucionó (y revivió) el género... luego algo pasó.
El último mes fui a un par de fiestas con nuevos DJs/productores especialistas en eso que algunos llaman "electrónica de avanzada". El millonario Steve Aoki y los franceses StereoHeroes llegaron al DF a hacer de las suyas para complacer a un público poco estudiado y fácil de convencer. Este par y sus más allegados Bloody Beetroots, Congorock, Designer Drugs y etcétera intentan hacer una electrónica que no le llega ni a los talones a sus papás de hace un par de años; el abuso indiscriminado de efectos, los beats facilones, los sets prearmados, la poca imaginación, el mínimo arriesgue. Estos cuates se van a lo fácil y dejan mal parado a un género que muchos critican por ser fácil de ejecutar y poco elaborado.
Querido lector, evite dejarse engañar por esos cuates; la electrónica es un género tan complejo como cualquier otro, su creación y ejecución tiene mucho chiste y va mucho más allá de un pegajoso sonidito repitiéndose una y otra vez. Démosle credibilidad al género, hay tantos excelentes exponentes, déle una escuchada a todo aquello que vale la pena.
Gracias compañero por el consejo y la ilustración.
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