SANTANA.
"Abraxas".
1970.
El debut de Santana, es de sobra sabido, que resultó todo un impacto, el sexteto lidereado por el guitarrista mexicano Carlos Santana, estaba revelando una fórmula novedosa, sin inventar nada nuevo hacía una mezcla perfecta y sin fisuras de Blues, Soul, Música caribeña y percusiones africanas, condimentadas por el sonido rocker de la guitarra de Santana, virtuosa, de excelente técnica y con influencias del Jazz, todo esto mezclado en las proporciones adecuadas, había sido un exitazo, que atrajo a públicos diversos, multiétnicos y multiculturales.
En ese contexto, el segundo disco de la banda, tenía frente a sí un reto importante, como objetivo mínimo había que mantener el nivel compositivo, creativo e instrumental del antecesor, el primer paso para superar el reto fue, buscar al productor adecuado y eligieron a Fred Catero, quien de algún modo "adivinó" la tendencia que tenía el sonido Santana hacia el refinamiento, las estructuras del Jazz, los timbres más suaves y la eliminación de textos, de modo que pulió las asperezas del sonido primigenio, donde las percusiones tenía el papel preponderante, equilibró de modo que luciera más el trabajo de la guitarra y estuvieran menos eclipsados, los teclados y la base rítmica bajo-batería, sin que las percusiones perdieran fuerza ni riqueza.
Y en ese sentido, "Abraxas" es el álbum perfecto de Santana, en el que todo está excesivamente cuidado: el equilibrio entre fuerza y delicadeza, entre todos los componentes genéricos del sound y los papeles que van desarrollando los instrumentos, inclusive hay un equilibrio perfecto entre las partes cantadas y las instrumentales, de modo que da la impresión de fluir sin contratiempos ni tensiones, no es uno de esos discos que angustian al oyente o exacerban sus emociones, no es tampoco el disco para poner a trabajar a las neuronas, es simple y llanamente un disco para disfrutarse de forma relajada y placentera, sin que se tenga la impresión de que está uno rebajando su nivel como escucha y entregándose al comercialismo y la autocomplascencia, perdiendo la exigencia, que es lo mínimo que tiene que conservar un buen melómano.
Por supuesto que de este disco salieron muchos éxitos para toda la vida, o muchas piezas que se hicieron clásicas: "Black Magic Woman", "Oye como va", "I hop you're feeling better", "Samba pa' tí" o "Icident at Nashabur", con la aclaración de que las dos últimas son enteramente instrumentales, factor que suele hacer a las piezas menos populares, pero eso no fue obstáculo para que se hicieran de muy buenos lugares en las listas de ventas.
La alineación de Santana para este disco fue: Carlos Santana: guitarra y voz; Gregg Rolie: teclados y voz; Dave Brown: bajo; Mike Shrieve: batería y José Arias y Mike Carabello: percusiones (timbales, congas y bongós). Otro aspecto que contribuyó a hacer atractivo al álbum fue su portada que se atribuye a MATI, que no se si es una persona o un colectivo y de la que se dice sirvió de inspiración para la también memorable cubierta de "Bitches Brew" de Miles Davis.
Indiscutiblemente buenísimo, pero me quedo con Caravanserai. No te sabría decir el porqué, pero me gusta más ese punto de fussion del Cara.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Benet, "Caravanserai" no tiene competencia y es la obra maestra de Santana.
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