miércoles, 31 de octubre de 2012

MIS DISCOS CLÁSICOS. Stand!



SLY AND THE FAMILY STONE
"Stand!"
1969



Sylvester Stewart es uno de los personajes más destacados, talentosos y revolucionarios de fines de los sesentas y principios de los setentas, mejor conocido como Sly, recomposición de las letras iniciales de su nombre Syl, fue el creador y líder de la banda que revolucionó y llevó a terrenos inéditos al Funk, ese género que tuvo grandes santones, canonizados y divinizados y que tuvo tal éxito, que a los que vivían de él, les daba miedo cambiar.

Pero Sly no pertenecía al grupo de empresarios, compositores arreglistas músicos y cantantes que vivían del jugoso negocio del Funk, de modo que no tuvo ni el menor miramiento para hacer el Funk que rondaba su mente y sabía que era posible, y sin traicionar la esencia del género, sino más bien afirmándola, la adicionó, la fundió y la complementó con elementos del Rock, la sicodelia, el R & B y hasta lo más fino y sustancioso del Pop.

El debut discográfico de la banda se produjo en 1967, con un disco prometedor pero intrascendente, al siguiente año vendría la primera gran obra de este combo, "Dance to the Music" y en el mismo año, otra creación poco consistente, como preparación a la llegada de la gran obra, el disco non plus ultra del Funk y del "stonismo", el fabuloso, el inmejorable, el fantástico "Stand!, con la combinación más alucinante de Funk, Rock y Sicodelia jamás creada.

Desde "Stand! la pieza que abre el disco, un Funk con aires de marcha militar, metales y coros excelsos, siguiendo con la militante y desafiante "No me llames "nigger", blanquito", desafiante en su texto y en su estructura, árida rasposa y punzantemente desesperante, luego para aliviar la tensión un poco, aparece la exitosísima "I Want to Take You Higher", Funk que honra la ortodoxia sin dejar de ser impecablemente "stoniana". el "solo" de armónica lo proclama, "Somebody's Watching You, rescata al Pop más fino y lo reviste de la grasosa esencia funky y logra una pieza de aleación sin punto débil.

Después un recordatorio de que estamos frente a un disco de Funk, para aquel que se distrajo con los experimentos y exquiciteces de Stewart y compañía, para llegar a la canción, uno de los grandes éxitos de la Familia, genial y bella, con un uso sobresaliente de los tiempos y el ritmo, coros cimáxicos, y la proclama ¡We got to Live Together!, como grito de batalla.

Y para terminar, algo totalmente inusual en el Funk, "Sex Machine", una pieza de más de 13 minutos, al estilo de las grandes piezas roqueras de larga duración, pretexto para dictar cátedra de como hacer música, como estructurar piezas musicales, como mezclar géneros y de como hacer Funk distinto y totalmente sui generis.

















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