viernes, 18 de julio de 2014

LOS DISCOS DE 1967. Again.




BUFFALO SPRINGSFIELD
"Again"
1967







Buffalo Springfield duró muy poco tiempo y sólo grabó tres discos, pero eso fue suficiente para pasar a la Historia como un grupo histórico y de gran influencia en el naciente género folk-rock, la banda se fundó en 1966 y su nacimiento tuvo que ver con que, un año antes se conocieran Stephen Stills y Neil Young en Canadá, país de origen del segundo.

Un año después se volvieron a encontrar, Young se desplazó a la Unión Americana con el bajista Bruce Palmer y encontraron a Stills con su amigo Richie Furay en la misma situación que ellos, buscando socios para armar una banda y decidieron probar unir sus talentos, que no eran pocos y sus experiencias, que ya pesaban y completaron la formación con Dewey Martin, baterista traido directamente de la música country.

Y entonces empezó la batalla campal, Stills, Young y Fury, componían canciones y no las cantaban mal, los tres eran prolíficos en la composición y por supuesto querían que sus canciones fueran las que más destacaran, esta situación los llevó a tener material en exceso y de excelente calidad y a llamar la atención de productores y cazatalentos, pero por otra parte, a que dentro de la banda siempre hubiera un clima de tensión belicosa


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Con su primer disco, colocaron una pieza entre los diez primeros lugares de popularidad y esto le dió alas a la banda, desde afuera se veía que tenían futuro, desde adentro, la lucha entre Stills y Young era cada vez más áspera, realidad que no era del todo mala, porque la competencia condujo a que hicieran un segundo disco de impecable factura, lleno de recursos estructurales, rítmicos e instrumentales; la mezcla perfecta de folk y rock en gran equilibrio y piezas compuestas por uno u otro de los tres compositores, pero ninguna en coautoría, signo inequívoco de la discordia.

Pero si cada uno compuso sus canciones solo y se encargaba de cantarlas, en los arreglos y ejecución de instrumentos hay un espíritu de colectividad extraordinario, cosas extrañas que suelen pasar, hay un sonido fino y colorido, mezcla de guitarras acústicas y eléctricas en gran armonía y las voces del cantante solista, según el caso, y los coros logran un efecto igual de luminoso y efectivo para llegar al oído.

Se dice que en este resultado tuvo mucho que ver Jack Nitzsche, el productor agregado además de la banda en conjunto que aparece como tal, Nitzsche tomó la batuta, hizo de árbitro, negoció, limó asperezas, tomó lo mejor de cada ego y logró una obra maestra en el renglón de la producción y esta es una de esas historias muy comunes en el rock y con relación a los grandes discos de todos los tiempos, que suelen ser el producto de una compenetración perfecta o de una competencia feroz.






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