jueves, 30 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. "Babbacombe" Lee.


FAIRPORT CONVENTION.
"Babbacombe" Lee.
1971.


En el Reino Unido la recuperación de músicas añejas estaba, no del lado de los puristas y recalcitrantes defensores de las virtudes morales del imperio, sino del de jóvenes intelectuales, universitarios y estudiosos de arte que corroboraban como el rock poseía ese don capaz de vehiculizar con energía mensajes combativos, sociales o, simplemente, historias reales o ficticias, siendo lo suficientemente apasionados para emborracharse de sabiduría voluptuosa como la que sólo el rock transmitía, no cayendo en las vulgares fauces del folk tradicional inmovilista y senil...Por entonces empezaron a surgir brujas, duendes, hadas, doncellas mancilladas, malvados y pendencieros hechiceros, príncipes y demás ingredientes de leyenda que poblaban las letras y los dibujos de las portadas de los discos de Steeleye Span, Incredible String Band, Pentagle, Tir Na Nog, Magna Carta, Amazing Blondel y otras formaciones esforzadas en acercar el pasado y su mitología al presente musical cargado de fuerza y tensión. Los mejores, el motor de toda esta pequeña revolución sonora en los castillos de la vieja Inglaterra eran los Fairport Convention, un joven artilugio provisto de violines, mandolinas, dulcimeres, cellos, arpas, acordeones, melodeones, panderetas, pianos y, por supuesto, el sistema métirco del rock, bajo, guitarra y batería. *

El texto anterior, de la autoría de Juan Vitoria, retrata de forma inmejorable la esencia de la Convención y del Rock-Folk Británico en general, mucho más interesante y creativo que el de otras partes del orbe y sirve de introducción para comentar otra obra maestra de la banda londinense que para muchos es la inventora del género, "Babbacombe" Lee, disco de 1971, cuando Fairport era un cuarteto formado por la "base" del grupo Simon Nicol y Dave Swarbrick, en cuerdas de distintos tipos, más el que se iba convirtiendo en el baterista definitivo, Dave Mattacks y Dave Pegg en bajo y mandolina.

Lo interesante de esta grabación está en el formato "temático" o "conceptual", donde todas las canciones están ligadas por una temática común o todas juntas van narrando una historia, este último es el caso de Babbacombe, que cuenta la historia de John Lee, un condenado a la horca por el asesinato de su patrona, que tuvo que ser indultado por la inusual y milagrosa circunstancia de que la trampilla del patíbulo en el que iba a ser ahorcado, no funcionó en tres ocasiones y este hecho le otorgaba el indulto automático a quien le sucediera, estamos hablando de los finales del siglo XIX.



Los Fairport se interesaron en la historia y crearon una especie de historia contada y cantada que derivó en una serie de magníficas canciones compuestas casi todas por la banda, sin créditos particulares o una larga canción que va mudando de melodía, rítmica y ambiente, producido este último por la dotación instrumental, pero en cualquiera de los casos, el que escucha se encuentra con una obra de extraordinaria coherencia, sin altibajos, que conserva el espíritu y la causa, que recrea ambientes e historias pasadas y las actualiza de forma tan sutil que es difícil distinguir si son piezas de reciente creación o viejas baladas rescatadas del baúl de las bisabuelas.

De modo mi querido lector(a), que es una grabación del todo recomendable para culaquier tipo de oyentes y amantes de la música, accesible pero no simplona, disfrutable en cualquier momento y estado de ánimo y lo mejor es que no está descatalogada, hay edición en CD circulando, yo la acabo de conseguir después de una década de buscarlo y, creo sincera y firmemente que es un disco indispensable en toda discoteca de rock que se respete.


Aquí se descarga el disco.












miércoles, 29 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71.Flowers of Evil.



MOUNTAIN
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"Flowers of Evil".
1971.




Mountain es la creación de una serie de afortunadas coincidencias, como que Leslie West, el guitarrista y cantante de "The Vagrants", un grupo de New York sin gran trascendencia, haya conocido a Felix Pappalardi, el que produjo "Disraeli Gears", "Wheels of Fire" y "Goodbye" de Cream, grupo que gustaba mucho a West y del que había tomado importantes influencias.

En ese tiempo, West grabó un disco como solista que llamó "Mountain, Pappalardi lo produjo y participó en él como bajista, también invitaron al tocador de teclados Steve Knight y a un baterista que no duró mucho en la banda. Al terminar de grabar el álbum, decidieron probar suerte como banda permanente y adoptaron el nombre del disco que acababan de grabar, dos de las canciones de West tuvieron muy buena cogida y esto los llevó a ser invitados al festival de Woodstock, su actuación en él, los hizo mucho más conocidos y en adelante se dedicaron a hacer un hard-rock a veces y un blues-rock en otras que tenía como componentes principales la voz potente y la guitarra lamentosa de West, más el bajo muy activo de Pappalardi.



Las flores del mal, de obvia inspiración en el poeta maldito Charles Baudelaire, fue el tercer disco de Mountain, nombre de obvia inspiración hippie y aunque no es el mejor de la banda, tuvo muy buen recibimiento en la crítica y el público, Mountain ya era una banda con dos discos de gran calidad, una buena cantidad de seguidores y una naciente aura de "banda de culto" y en relidad el hecho de que no sea el mejor disco de Mountain se debe a que es un híbrido entre disco de estudio y disco en vivo.

El inicio es el de un disco de estudio impecable, con hard-rock y baladas rock sin mácula, pero después viene una parte en vivo que incluye un popurrí o medley, como lo llaman los gringos que termina con "Mississippi Queen" uno de los grandes éxitos de la banda, las dos partes no parecen tener nada en común y te quedas con la sensación de que algo quedó inconcluso, o que le pusieron un parche mal pegado, pero hay una solución: escucharlo como dos discos y así aprecias a Mountain en estudio y en vivo por el mismo precio.

Aquí se descarga el disco.




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lunes, 27 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Tago Mago.


CAN.
"Tago Mago".
1971.




A principios de los setentas, cuando el big-bang del rock estaba en su momento de mayor expansión con la sicodelia, el glam, el progresivo y una cantidad asombrosa de híbridos y propuestas, se estaban establerciendo las nuevas reglas del quehacer roquero y se edificaba el imperio anglo-norteamericano. Todo era bienestar y optimismo.

Y entonces llegaron, como en tiempos de la decadencia del Imperio Romano, unos bárbaros germanos ignorando la hegemonía anglo y proponiendo nuevas reglas, en principio se les incluyó en la etiqueta del "progresivo", pero cuando creció el movimiento se clasificó a bandas como Can, Faust, Popol Vuh, Amon Düül o Tangerine Dream dentro del Krautrock, kraut (repollo) es un término despectivo y era una vieja referencia en toda Europa para los invasores alemanes en las dos guerras mundiales.

Eran bárbaros por irreverentes y descarados, tipos mal educados que le faltaban al respeto al sacrosanto rock inglés-gringo, pero no lo eran porque, en general, los impulsores de este rock alemán eran, al contrario de los hijos de la clase obrera, de donde provenían los rockers de los sesentas y setentas, clasemedieros ilustrados, estudiantes de ciencia política y arte, activistas políticos de filiación anarquista y revolucionarios del arte que querían hacer algo estremecedor, no complaciente y que rompiera la hegemonía anglo-norteamericana.



Pero, ¿de qué se trataba esta música?, cuáles eran sus influencias? y ¿qué tanto consiguieron hacer algo "nuevo"?, por principio de cuentas, es muy difícil hablar de una "corriente" o un solo estilo, entre cada una de las bandas mencionadas hay enormes diferencias y lo que las unía eran las filias de los músicos que las integraban y que eran, a grandes rasgos: la música avant garde, el free jazz, el minimalismo, la música concreta y la obra de creadores contemporáneos como Stockhausen, John Cage e incluso Frank Zappa.

Tago Mago, es considerado el disco más importante de una de las bandas más significativas del rock alemán (única etiqueta que si engloba a todos los aludidos), la agrupación formada en Colonia que pasó a la historia del rock con el nombre de Can, en su forma original era un álbum doble lleno de experimentaciones que tenían como su eje central las percusiones de Jaki Liebezeit, complementadas por el bajo de Holger Czukay; con este fondo y guiados por él, se desarrollan una serie de improvisaciones del guitarrista Michael Karoli y del tecladista Irmin Shmidt, el vocalista Damo Suzuki, también experimentaba con la voz.

El formato dominante es el del "free jazz" con largas improvisaciones y piezas maratónicas, pero también están muy presentes las estructuras de la música concreta y minimalista, la parte "no intelectual" es roquera y soulera, logrando tal equilibrio que resulta muy difícil determinar cuál de estas dos caras tiene más peso, pero en fin, el mejor juicio es el tuyo lector, explora a Can y en especial esta grabación y manda tus opiniones.

Aquí se descarga el disco.



sábado, 25 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Who's next.


THE WHO.
"Who's Next".
1971.




Otro disco editado en 1971, que también es: pieza maestra de sus autores, clásico indiscutible de todo el rock, obra que marcó nuevos rumbos en el trabajo de sus creadores y en el movimiento roquero mundial y proveedor de canciones inmortales en la historia.

En los tiempos en que se grabó "Who's Next", The Who era una especie de dream team del rock, un supergrupo que contaba con: un Pete Townshend convertido en uno de los grandes compositores del género en el momento y en vías de ser uno de los mejores guitarristas de la historia; un Roger Daltrey que era uno de los tres vocalistas más importantes, junto con Robert Plant y la revelación Ian Gillan; Keith Moon que junto con Bonham de Led Zeppelin y Ginger Baker de Cream, formaban el top de los mejores bateristas del rock y J
ohn Entwistle quien era sin discusión el mejor bajista de todo el planeta roquero, un tipo que hacía del bajo un instrumento que iba mucho más allá de un acompañamiento rítmico.

El disco memorable fue grabado inmediatamente después de "Tommy", la "ópera rock" de Townshend que causó gran revuelo y fue celebrada estruendosamente y por eso, es en muchos sentidos la continuación, en términos musicales de aquella y bien podría ser el tercer disco de una misma obra, a mí a menudo se me confunden las canciones que pertenecen a uno u otro disco, de tan parecidas que son las composiciones e interpretaciones de uno y otro.



Y es por ese parecido con "Tommy", que muchos críticos la menosprecian y no se dan cuenta de que, "Tommy" tiene todas las cualidades compositivas que éste, a los cuatro who, en plenitud de facultades y habilidades creativas y ambos forman parte del cenit en la historia de la legendaria banda inglesa, pero "Tommy", es un tanto disperso, la circunstancia de crear una obra extensa que conserve la coherencia, que lleve una dirección, que requiera de una estructura como la de una narración larga, hace que en algunos momentos pierda intensidad, de la sensación de "rumbo perdido, es como una novela que en momentos hace que el lector pierda un poco el interés.

En cambio "Who's Next", es una colección genial de cuentos cortos, intensos y redondos en su estructura, que dan la sensacion de no sobrarles ni faltarles nada, con el nuevo estilo de Townshend y The Who, habiendo dejado atrás su época "prepunk", extremadamente viscerales, pero con canciones un tanto monocromáticas, que a partir de "Tommy", se vuelven coloridas, llenas de timbres y matices que enriquecen el conjunto y que con esta obra maestra, consolidan y llevan a su culminación en "Who are you", último disco que grabó Moon con la banda, después, ya sabemos que The Who, no volvió a ser nunca The Who.

Aquí se descarga el disco.










jueves, 23 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Lazarus.


THE BLUES PROJECT.
"Lazarus".
1971.






Este artículo tiene tres fines: recordar a grupos medio olvidados o muy olvidados, este es uno que vale la pena rescatar para revivir la nostalgia o presentarlo a las nuevas generaciones que no sepan de su existencia, comentar el trabajo de los grupos de blues blancos de la época y seguir repasando los discos del '71.

Blues Project nació en Nueva York a mediados de los sesentas, es uno de los proyectos impulsados por el incansable Al Kooper, sus primeros discos estaban más cargados a los sonidos sicodélicos, pero a partir de Lazarus, presentaron como su nombre lo dice, un verdadero proyecto blusero, sumergiéndose en el blues tradicional, con los instrumentos tradicionales, algunas piezas de los grandes maestros y otras propias de excelente manufactura.



El grupo estaba formado, para esta grabación por: Danny Kalb, que era el vocalista y tocaba guitarra; Don Kretmar, con dos instrumentos clave del blues, el bajo y el sax; Roy Blumenfeld, llevando el ritmo en los tambores y cantando; Tommy Flanders, también en voz; Bill Lussenden en guitarra; David Cohen en el piano y Gabriel Mekler en piano y órgano, por supuesto que la grabación tiene mucho en común con los trabajos de The Electric Flag, Blood Sweet and Tears, o The Butterfield Blues Band, además obviamente, con las maravillosas grabaciones de Kooper con Bloomfield, pues aunque él ya no estaba en la banda, la línea trazada por este músico seguía vigente

El repertorio incluye piezas de Joe Turner, Willie Dixon, Chuck Berry y Jimmy Reed, además de las propias composiciones del grupo, todas, desde el principio y hasta el fin en la tónica del blues y el R&B, ejecutado con maestría y sentimiento, una muestra más del buen blues que hacían los músicos blancos en los setentas, década en la que éste blues de rostro pálido tuvo gran auge.

Aquí se puede descargar "Lazarus".




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martes, 21 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Sticky Fingers.



THE ROLLING STONES.
"Sticky Fingers".
1971.



¿Qué tiene en común éste disco con "Teenage Head", además del año en que fueron editados?, en primer lugar, que son dos discos que abordan géneros similares: rock, blues, country y pop, en segundo y principalmente, que son dos discos hechos a contracorriente que además era una corriente muy fuerte que venía arrasando con todo y llevaba aguas sicodélicas y progresivas, es decir, rock de mucha elaboración, efectos especiales, texturas sobrepuestas hasta el barroquismo, experimentos melódicos y armónicos, en contraste con la sencillez de estas dos joyas roqueras "puras".

Fue el primer disco de los Stones en su propio sello y la primera vez que apareció el famoso logo de la lengua; fue también el primer disco de los Rolling que alcanzó primer lugar de ventas a ambos lados del Atlántico y la canción con que abre, "Brown Sugar", fue primer lugar de popularidad en Estados Unidos y muchos países de Europa.


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Es un disco atípico de acuerdo a lo que había estado haciendo "La banda más grande del mundo", porque incluye alientos de metal que le dan a varias piezas un aire soulero y que tiene que ver con qué en esos tiempos estaban deslumbrados con las grabaciones de James Brown y Otis Redding, además de la utilización de arreglos de cuerdas, que hacía tiempo no usaban, también contiene una dosis mayor de la acostumbrada de country rock, gracias a la influencia de Gram Parsons en Keith Richards.

Mucho tienen que ver en la vena blusera, roquera y soulera, los invitados de lujo que participaron en este espléndido banquete de música sencilla, de gran emoción y provocadora de estados de ánimo de gran intensidad, los susodichos compañeros de ruta de los Stones fueron Bobby Keyes en sax; Jim Price en trompeta; Nicky Hopkins en piano, Billy Preston en órgano; y Ry Cooder en guitarra, mención especial merece Mick Taylor quien aunque no era invitado, sino parte de la banda de reciente ingreso, hace un trabajo sobresaliente con su guitarra solista y le dió al sonido Rolling un toque especial.

Por último, el banquete tiene como menú una decena de canciones de gran inspiración y sólida estructura, muchas de ellas (más de la mitad) se convirtieron en clásicas de la obra stoniana y del rock en general ("Brown Sugar", "Wild Horses", "Bitch", "Can't you hear me knocking", "Sister Morphine", "Dead Flowers" y "You gotta move", ¿se necesita mayor recomendación para tenerlo en la colección?


Aquí se puede descargar el disco.











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jueves, 16 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. A space in time.



TEN YEARS AFTER.
"A Space in Time"
19
71.


Séptimo y último álbum de estudio de Ten Years After, la banda inglesa de fines de los sesentas y principios de los setentas que, como muchas otras, se dedicaron a rescatar el blues que los gringos, tenían muy olvidado e hicieron una carrera muy exitosa con el liderazgo de Alvin Lee, que si bien no era el mejor guitarrista del mundo, al menos tenía el título del más rápido, la guitarra de Lee se distinguía por emitir notas en ráfagas.

A Space...es el álbum más fino de la banda y se distingue de los anteriores por no ser un disco dominado por el blues, aparecen también finas canciones como la inmortal I'd love to change the world, su canción más conocida y la casi progresiva Here they come, sin que falten los grandes blues al estilo inglés como la también clásica One of these days.


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El álbum es muy variado porque además de los blues, las cancio
nes sicodélico-progresivas, hay rock & roll en estado puro, Baby won't you let me rock 'n' roll you, es la muestra, pero también está Over the hill, hermosa canción del tipo de I'd love to change... total que es difícil decidirse por una pieza en especial, pues todo el disco es muy disfrutable, nostálgico y didáctico, para el que quiera saber cómo era el rock inglés de los sesentas-setentas, o al menos una de sus propuestas, no la única.

Los videos con que finaliza el artículo: el histórico, Ten Years After en el Festival de Woodstock, bluseando como les gustaba con una energía increíble, y a Alvin Lee acribillando al público con su guitarra-ametralladora, viejo rock, apasionado y vital y el famoso, la canción más conocida de la banda, clásica de clásicas de todos los tiempos.

Aquí se puede descargar el disco.







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martes, 14 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Back to the roots.



JOHN MAYALL.
"Back to the roots"
1971.



Para cerrar una época dorada de la música de este padre del blues inglés (1969-1971), llegó la obra maestra que todo gran músico produce algún día: Back to the roots, álbum doble para dejar constancia doble de maestría y buen gusto, en él Mayall, hace síntesis de los tres experimentos anteriores, reunió a todos los que integraron una formación y otra, pero además invitó a dos o tres celebridades, antiguos compañeros de ruta y discípulos de la talla de Eric Clapton y Mick Taylor en guitarras; a dos bateristas de gran calidad, Paul Lagos y Keef Hartley, complementando la superbanda donde estaban, además de Mayall, Larry Taylor y Harvey Mandel y para los solos exóticos, Johnny Almond y Harris en flauta y sax, el primero y en violín, el segundo, creando maravillas con el entrecruzamiento o alternativa de sus instrumentos, como bajo alternativo al de Taylor, está otra vez Steve Thompson y en guitarra de acompañamiento Jerry McGee.


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Y con esta banda Mayall se lanzó a la aventura de crear su disco más importante, un despliegue de virtuosismo, sensibilidad y emoción, encuadrado en las composiciones del maestro, sus historias sencillas y unas estructuras que permiten el lucimiento de todos estos virtuosos tocadores de instrumentos, en solos que demuestran sus habilidades.

Las piezas no dejan de ser blues, en sus estructuras tradicionales, pero los arreglos y los espacios para el lucimiento personal, como en el jazz, les dan un toque que las proyectaba como la posible revolución que el blues no había tenido.

Para darse una idea de lo que estoy describiendo, basta con poner el disco y escuchar Prisions on the road, la rola con que inicia el disco, una introducción de piano y violín ¿en el blues? para dar entrada a un blues enérgico y potente, guiado por el piano de Mayall y aderezado por los solos de violín de Harris, que no son como los de Papa John, sino los retorcidos solos del Sugarcane zappiano, muchas veces he pensado que algunos solos de este disco ya los había escuchado en Hot Rats.



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La voz de Mayall que no es la un bluesman negro y norteamericano, también hace de estos blues algo fuera de serie, sin mucha potencia ni grandes alardes, resulta suave y acariciadora, en contraste con la fuerza rítmica que la acompaña.

El álbum doble es absolutamente recomendable para iniciados y novatos con hambre y sed de buena música y según su redactor, un disco indispensable para el coleccionista, el melómano y el amante del blues, el jazz y el rock.


Aquí se descarga el disco 1.

Aquí se descarga el disco 2.









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domingo, 12 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Teenage Head.


FLAMIN' GROOVIES.
"Teenage Head".
1971.



¿Quién se acuerda de los Flamin' Groovies? muy poca gente y casi están en el olvido total los álbums de este grupo de San Francisco que grabó cuatro o cinco discazos, entre 1969 y 1972 y que es, un verdadero grupo de culto, desconocido para las mayorías e ignorado por historiadores y críticos, pero adorado sin condiciones por su pequeña secta de seguidores.

Los Groovies eran o probablemente siguen siendo (tengo noticias de que siguen rocanroleando), un grupo de rock 'n roll, boogie, blues y R & B, géneros de raices profundas, música básica pero llena de sentimiento y estos californianos eran la imagen viva de la energía, el sentimiento, el ritmo y la maestría, la enorme maestría que mostraban en el manejo de sus instrumentos, los tiempos y el ritmo.

En los Groovies, no hay sofisticaciones, no hay efectos especiales ni gran riqueza instrumental, pero con las guitarras y los tambores hacían una música magistral y virtuosa.

Sus cuatro primeros discos, que son los que conozco: Sneakers, Supersnazz, Flamingo y Teenage Head, son simplemente geniales, con composiciones propias o covers sensacionales, que tienen la extraña virtud de tener el sello de los Flamin, sin dejar de ser las piezas clásicas que son.




Según los críticos, la obra maestra de los Groovies es "Supersnazz", su segundo disco, pero en general los cuatro primeros tienen una calidad homogénea y representan las principales virtudes de ésta leyenda del rock, el que nos ocupa hoy es el que cierra esta tetralogía que es también cátedra de como componer y tocar rock 'n' roll puro básico y ortodoxo.

Los Famin' Groovies, son un caso excepcional en la historia del rock, eran compositores de canciones notables, excelentes instrumentistas, conocedores eruditos del blues, el R & B, el rock, el country y estaban deslumbrados por la música juvenil que se estaba haciendo en el Reino Unido, todos estos antecedentes hubieran llevado a otros a hacer música experimental, sicodélica, progresiva u otros modos que estaban en boga y que, anotación al margen, hubieran producido grandes beneficios económicos, pero los Groovies tenían una pasión que era la música, pero no cualquier tipo de ella, sino ésta que ya mencionamos y nunca estuvieron a la moda, iban siempre a contracorriente y a pocos se les antojaba escuchar a un grupo de rockabilly en plena erupción y expansión sicodélico-progresiva, ésta puede ser la razón del olvido en que han vivido.

Para su cuarto álbum, la banda lidereada por Cyril Jordan, tenía la siguiente formación;

Cyril Jordan -guitarra y voz.
Roy Loney - guitarra y voz.
Tim Lynch - guitarra.
George Alexander - bajo.
Danny Mihm - batería.
Jim Dickinson - piano
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Y con ella produjeron éste álbum lleno de matices, cambios de ritmo, saltos mortales de un género a otro, piezas de construcción muy sólida, virtuosísmo instrumental y vocal, mucha emoción y una gran pasión bluesroquera, hay que poner atención en los roles de las guitarras que son la base del sonido de la banda en donde no hay guitarras de acompañamiento y líder, todas son polifuncionales y diestras y esto produce un sonido muy intenso y emotivo que atrapa desde la primera nota que es el inicio del riff de "High flyin' baby", pieza maestra del rock de todos los tiempos y entrada a este viaje sonoro de amplia recomendación y que va seguida de un blues magistral y otro rocanrolazo imponente y miles de notas musicales, cada una en su lugar, sin desperdicio alguno, hasta que el disco termina.

Aquí se descarga el disco.
















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jueves, 9 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Led Zeppelin IV.



LED ZEPPELIN.
"Led Zeppelin IV".
1971.



No es posible presentar una lista de grandes discos del rock del año 1971, sin incluir a éste super clásico de una banda histórica y vertebral del rock de cualquier género y cualquier época, un álbum que ha sido elevado a los altares, primero por sus fans que lo convirtieron en clásico instantáneo y después por la crítica exigente que tardó en digerirlo y aceptarlo y es que "el cuarto" es un disco muy extraño y atípico con relación a sus tres antecesores que era todo el Zeppelin de entonces.

No tiene el contundente descubrimiento del insólito "blues sicodélico -hard roquero" de los dos primeros registros discográficos del Led, ni sus espesos fondos de sonido, ni su emotividad basada en los diálogos entre guitarra y voz, entre Page y Plant y no alcanza las alturas hipnóticobluseras, casi catársicas ni la fuerza demoledora, aunque lo intente, de esas dos memorables joyas.




Tampoco posee la maravillosa unidad de "Led Zeppelin III", ni da la sensación de estar haciendo un viaje musical de alucinante belleza, como cuando se escucha esa obra maestra sensible, elegante y exquisita que es el tercero del Led y obviamente mi favorito, todas estas aportaciones extraordinarias de los tres antecesores parecen ausentes en su cuarto álbum.

"Led Zeppelin IV" suena incoherente, como dando tumbos sin rumbo, sin que sepamos nunca hacia donde va, sus partes no parecen tener nada que ver unas con otras y sin embargo, es la más extraordinaria colección de piezas de impecable manufactura de toda la discografía "zeppeliana" y tal vez de todo el rock inglés, incluso "Black Dog", la canción más simple que hicieron, está llena de oficio y pasión, hay piezas fabulosas como "The battle of evermore" o "Misty mountain hop", bellezas deslumbrantes como "Going to California" y por si fuera esto poco, es el disco de "Stairway to heaven", una de las piezas más portentosas de toda la historia del rock, por esto es un clásico insustituible y es y no es, el mejor disco de Led Zeppelin, cada una por distintas razones.


Aquí puedes descargar el disco.




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martes, 7 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Islands.


KING CRIMSON.

"Islands".
1971.



En 1971 King Crimson, estaba editando su cuarto disco, precedido por tres auténticas joyas y la gente se preguntaba ¿nunca se les va a acabar la imaginación, la creatividad y la genialidad a éstos cuates? y todo parecía indicar que había Crimson para rato.

Como todo mundo sabe, el personal de base de esta banda legendaria es escaso y el único de planta es Robert Fripp, con relación a su disco anterior, sólo estaban él y Mel Collins, había nuevos músicos y los invitados de siempre que en este caso eran casi los mismos que en "Lizard", su disco anterior, la formación completa de la banda en esta grabación fuera de serie fue:

Robert Fripp – Guitarra, melotrón
Peter Sinfield - Letras y diseño gráfico
Boz Burrell – Bajo y voz
Mel Collins – Saxofón y flauta
Ian Wallace – Batería

Músicos adicionales

Paulina Lucas – Voz de soprano
Keith Tippett – Piano
Robin Miller – Oboe
Marc Charig – Corneta
Harry Miller – Contrabajo

La estructura del álbum está definida por dos piezas largas y cinco de formato medio, las largas, son la entrada y la coda con la dificultad que conllevan estas piezas que requieren de una coherencia y un rumbo, Fripp y las letras de Sinfield las resuelven de maravilla, en la entrada hay un inicio de cuerdas cavernosas que contrastan con una flauta inquieta que está presente en todo el pasaje, incluso cuando entra la voz para hacer puente entre esta primera parte que anuncia la entrada del bajo rector de la pieza y el recordatorio de que este es un disco de rock, hay alternancia entre los pasajes cuasi sinfónicos y los roqueros en un crescendo en donde cada regreso a las cuerdas y la flauta o al rock van subiendo de intensidad.



Hay también un solo de sax excepcional de Collins en medio de un ambiente creado por sonidos extraños de procedencia electrónica como final de la pieza y por parte de la coda, es una cátedra magistral de como hacer rock sinfónico, el subgénero que tanto auge tuvo en los setentas y tantas buenas obras dejó ¡qué bella pieza es "Islands"! con sus pianos tocados por el jefe Tippett; sus coros, sus instrumentos de aliento, sus cuerdas finas y elegantes y su final caótico como el Universo mismo. mención aparte merece que, este fue el último de los álbums de Crimson que contó con las letras extraordinarias de Peter Sinfield y de algún modo fue, la última obra maestra de King Crimson.

Hay quienes dicen que éste es un disco que tiene mucho de jazz, por sus solos de alientos, en especial los de sax, pero la verdad es que es un disco con una gran personalidad y esa presencia imponente tiene que ver con que es un disco sin swing como en el jazz, aquí los tiempos están marcados con gran fuerza y el ritmo no se mece, sólo por eso se escapa del jazz para ser un discazo de rock progresivo, como pocos se han hecho en la vida.


Aquí se puede descargar el disco.





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viernes, 3 de junio de 2011

LOS DISCOS DEL '71. Hunky Dory.


DAVID BOWIE.

"Hunky Dory"
1971.



David Bowie es uno de los favorito del que escribe, y hombre de arte que seguramente ya está entre los grandes de la música de todos los tiempos, en esta ocasión, el disco elegido es el tercero de su carrera como Bowie, pues no hay que olvidar que ya había grabado con el nombre que le pusieron sus padres (David Jones) y se editó para delicia de los melómanos, roqueros y bowianos en 1971.

Su antecesor "The Man Who Sold the World" era el primer experimento audaz de Bowie, abandonando los terrenos seguros del rock melódico, perfectamente armonizado, con canciones aparentemente sencillas porque el genio de Bowie las hacía aparecer así e incursionando en atmósferas mas densas y oscuras, con toques metaleros que prodigaba la guitarra de Mick Ronson.



En Hunky Dory hay un regreso a las canciones melódicas y muy rítmicas, y al mismo tiempo se asoman e insinuan las atmósferas extrañas y oscuras que contrastan con la luminosidad que es la característica principal del disco en una especie de caleidoscopio musical, parece que Bowie estaba sintetizando en una tercera obra, sus dos anteriores, al tiempo que equilibra la participación de sus acompañantes, en esta tercera obra no es Ronson el hilo conductor, su guitarra adopta un papel discreto, lo más discreto posible para este guitarrista excepcional y la dirección que van tomando cada canción y la obra completa está en los teclados de Rick Wakeman, antes de formar parte de Yes y hacerse super famoso.

Desde las primeras notas se anuncia la tónica del álbum con la muy conocida "Changes", infalible como entrada, con cambios de ritmo de gran efectividad para anunciar la primera obra maestra del conjunto "Oh Your Pretty Thing" seguida por un remanso para mantener al escucha en tensión y suspenso, "Eight Line Poem" es la relajante y oscura pieza que sirve como entrada para la segunda joya "Life in Mars?, en seguida una canción muy discreta, un tanto opaca y termina la primera parte del show con "Quicksand", una caída a profundidades más grandes y una lección de como" ambientar" la idea y el texto en una canción.



La segunda parte abre con la festiva "Fill Your Heart", que a momentos decae y vuelve a ser festiva, magistralmente conducida por el piano de Wakeman y los arreglos de cuerdas que discreta pero esencialmente aparecen y desaparecen, el botón de oro con que cierra es el solo de sax de Bowie; luego viene la parte apológica del álbum, dos canciones dedicadas a personajes que Bowie admira Andy Warhol y Bob Dylan, ambas piezas son muestra de la intuición genial del camaleón para hacer grandes canciones, con los elementos menos esperados, guitarra acústica y coros exclusivamente en la primera y guitarra eléctrica protagónica con fondo de piano en "Song For Bob Dylan".

La coda del disco la forman "Queen Bitch" que parece un homenaje a Lou Reed y una muestra de otra de las habilidades de Bowie, moverse en cualquier género, estilo o escuela como pez en el agua, la rola en cuestión es fácilmente confundible con cualquiera de Reed hasta llegar a la que cierra el álbum "The Rewlay Brothers" inconfundiblemente bowieana y anticipo de otra obra maestra que estaba en gestación, sí por supuesto que hablamos de Ziggy Stardust.
Aquí se descarga el disco.






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