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domingo, 2 de febrero de 2014

LOS DISCOS DE 1968. Child is Father to the Man.




BLOOD SWEAT AND TEARS

"Child is Father to the Man".

1968




Al Kooper empezó su carrera musical a muy temprana edad, a los quince años, ya tenía su primera banda y a los 16, ya había escrito su primera canción que fue éxito de ventas: "This Diamond Ring", grabada por Gary Lewis & The Playboys; ya hemos hablado de su afortunado encuentro con Mike Bloomfield y de la fructífera sociedad que mantuvieron por algún tiempo y que produjo varios de los álbumes de blues hechos por blancos más notorios de la historia.Pero la historia de estos extraños amantes blancos del blues, no termina allí y tiene una de sus ramificaciones en la carrera posterior de Al, quien al disolver su sociedad con Bloomfield, formó la banda conocida como Blues Project, un quinteto que también tuvo trascendencia histórica con tres álbums de estudio destacados y varios en vivo, de un blues fresco e innovador.




Dice el propio Kooper, que de chavo, a los dieciseis años vió por primera vez a la banda de Maynard Ferguson y que de inmediato lo atrapó la fuerza y la intensidad de la sección de metales y desde entonces tenía la idea de formar parte de una banda de blues, jazz y rock en donde la sección de metales fuera primordial, de modo que al salir de Blues Project se dió a la tarea de formar la histórica y legendaria Blood Sweat & Tears, con la que irónicamente sólo grabó éste, su álbum debut y no vivió con ellos la esplendorosa carrera que vendría después..

La combinación del rock-blues, ya muy común en ese momento, con toques finísimos de jazz en un formato de banda de rock con un tecladista excepcional y una sección de metales que aportaba el sabor jazzero, más las ya maduras composiciones de Kooper dieron lugar a uno de los álbums debut, más celebrados de la historia, exhuberante de sonoridades, emotivo, fuerte y delicado, creando una amalgama de géneros rayando en la perfección y muy probablemente haya sido la grabación que inauguró un nuevo género: el bautizado como jazz-rock (el "Chicago Transit Authority es de 1969), que habría de dar frutos de excelente calidad a fines de los sesentas y principios de los setentas.

A esta banda histórica, hija de la iniciativa y la inspiración de Kooper, le habrían de seguir la pista y el ejemplo grupos del peso del mencionado Chicago, Pacific, Gas & Electric, Cold Blood, Electric Flag (la banda de Mike Bloomfield con la misma idea que ésta), Flock, If y muchas más.





lunes, 10 de junio de 2013

LOS DISCOS DE 1969. Blood, Sweat and Tears.




BLOOD SWEAT & TEARS
1969
 




Al Kooper fundó Blood, Sweat & Tears, grabó el primer disco con ellos y los dejó, pero esto no significó la muerte de la banda, al contrario, pues todavía vendrían tres discos memorables, con las mismas ideas de Kooper, pero mayores ambiciones y la inclusión de David Clayton Thomas, cantante canadiense que sería el sello del grupo hasta su desaparición.

"Del rock and roll pasé al mundo de los graduados de Julliard" declaró Clayton a propósito de su incorporación a Blood, Sweat & Tears y esa aseveración dice mucho de la naturaleza del álbum que pretendemos reseñar, rock en la base, en la columna vertebral y una cubierta sumamente ambiciosa de música "culta" con el principio y el cierre que son dos interpretaciones muy personales de la música de Erik Satie, la primera de las famosas "Gymnopedies", más una muy arriesgada versión de la clásica de clásicas "God Bless the Child" de la inmortal Billie Holiday que sale bien librada gracias a las habilidades vocales de Clayton Thomas.


Hay otros dos covers, "Smiling Phases" de Traffic y "When I die" de Laura Nyro, ambos tratados de manera que resultan novedosas, esa inquietud que había en la banda por hacer una música compleja, culta e intelectualizada permea todo el disco mientras que hay también una veta pop muy bien explotada.

De este álbum que se llevó el Grammy como el mejor disco del año y tuvo ventas millonarias salieron dos exitazos atemporales "Spinning Wheel" y "You've Made me so Very Happy",pero la pieza maestra del conglomerado es "Blues-Part II", un jam que es también manifiesto de la nueva corriente, una cátedra de lo que los creadores del jazz-rock pretendían como corriente, escuela o género, en esta pieza están todos los elementos de la marca registrada: solos instrumentales al estilo del jazz, riffs roqueros célebres, la voz blusera de Clayton, los arreglos espectaculares de los metales y su toque de pop.