lunes, 26 de mayo de 2014

LOS DISCOS DE 1967. Canned Heat.



CANNED HEAT
"Canned Heat"
1967






Tener catorce o quince años, andar descubriendo caminos de todo tipo, estar buscando una identidad era la cotidianidad de su servidor en los años '69 y '70 del siglo de las luces (de neón, por supuesto que hablo del siglo XX) y ese estado de gracia de la adolescencia tiene la peculiaridad de agudizar los sentidos, todo es sensualidad y todo se percibe con una intensidad que por desgracia se va perdiendo.

En esa situación etérea y alucinante me encontraba cuando descubrí a este quinteto que desde entonces es una de las bandas de música más entrañables e influyentes con que me he topado en la vida, Canned Heat me movió primero por el impresionante ritmo de su sonido, después por el feeling para interpretar un género que me era del todo desconocido, así que de paso les debo mi iniciación en el gusto por el blues que hasta la fecha no me abandona.

Ya instalado en mi asiento de fan, empecé a identificar a los cinco sujetos que de forma tan rotunda hechizaban mis oídos: Bob Hite, el gigante gordo que cantaba sin pedirle nada a los bluesmen negros; Alan White, la antítesis de Hite, menudo de cuerpo y voz, con un timbre casi infantil que era uno de los sellos inconfundibles del grupo, además de ser el armoniquista, el que producía esos sonidos fantásticos de la armónica blusera; Adolfo de la Parra, baterista nacido en la Ciudad de México y por tanto mi paisano, un loco que se fue al "otro lado" a aporrear tambores y ganar un lugar de insustituible en el "Calor Enlatado"; Larry Taylor, el bajista virtuoso que era el hombre experimentado, el que tenía más horas de vuelo, una especie de director musical y el increíble guitarrista Henry Vestine.





Desde entonces escucho con regularidad a este grupo de Blues y Boogie, maestros blancos de la música negra, al principio en forma dispersa, en antologías hasta que me hice el propósito de tener a mi disposición toda su discografía y en ese afán encontré este disco debut, y donde aparecen varias de las piezas que los hicieron famosos, algunas de su autoría y otras de la de los grandes maestros, pero todas interpretadas con gran energía y maestría, en este disco aparecido antes de la presentación del Heat en el Festival de Monterey, aparece como baterista Frank Cooke,quien salió pronto para ser sustituído por De la Parra, pero ya están los elementos característicos de la banda: las voces de Hite y Wilson, la guitarra punzante de Vestine y el bajo magistral de Larry Taylor, quien era entonces y fue por mucho tiempo, el mejor bajista de blues del mundo.

El repertorio del disco, aparece equilibrado:seis piezas clásicas del Blues, de autores legendarios como Muddy Waters, Elmore James, o Willie Dixon y otras cinco compuestas por los miembros del grupo en forma colectiva, un gran debut, un gran disco de Blues blanco y una joya discográfica infaltable en toda fonoteca.




























domingo, 25 de mayo de 2014

LOS DISCOS DE 1967. Between the buttons.




THE ROLLING STONES.
"Between the Buttons"
1967






"Between the buttons" pertenece a una trilogía "stoniana", que testifica sobre una de las épocas más creativas de "la banda más grande...", tiene como antecedente al muy famoso y aclamado "Aftermath" y es el antecedente del no menos célebre "Their Satanic Majesties Request", los tres son parte de una renovación en la música de los "stones", quienes abandonaron un tanto la "pureza" blusera y su inconfundible estilo R&B británico, para incursionar en la hipnótica e irresistible sicodelia con sus sonidos extraños, puertas abiertas a la imaginación y la explosión creativa.

Existen dos versiones de este álbum, como era costumbre de la época, la británica y la norteamericana y la diferencia entre las dos es que en la americana se incluyen "Let's Spend the Night Together" y "Ruby Tuesday", que en el Reino Unido aparecieron como single, a cambio de: "Back street girl" y "Please go home" y la grabación se realizó en ambos países, en medio de dos giras de los Stones en cada lado del mundo, la versión que más se ha vendido en México es la norteamericana por supuesto.

Esta, la más conocida por nosotros abre con "Let's Spend... de forma inmejorable, con esta enormísima canción, quintaesencia del sonido Rolling, con un Jagger apasionado y pleno de energía y esa música desesperada, ideada por la banda y le sigue "Yesterday Papers", oscura y de bajo perfil y antes de que el ánimo decaiga, viene la elegante, fina, delicada y sensible "Ruby Tuesday", la otra cara de la moneda del single y del talento de Jagger y Richards.

Hay canciones que se hicieron clásicas del cancionero "rollingestoniano" como "Connection" y la delicada y hermosa "She Smile Sweetly", ya declaradas por el público "patrimonio de la humanidad", a pesar de la UNESCO, otras como "Cool, Calm & Collected", le dan variedad al disco con su arreglo como de bar o de música de cabaret.

La segunda parte del disco o lo que era el lado B del LP, tiene joyas del tamaño de "All Sold Out", poco destacada por la crítica, pero consistente e inmejorablemente bien lograda, seguida por la experimental "My Obssesion" y por otra poco apreciada que también es una gran pieza de la discografía stone y se llama "Who's Been Sleeping Here", ¿la recuerdas querido lector? con Jagger en su mejor forma y toda la banda en gozosa comunión.

La conclusión llega con una pieza que suena "stoniana decaída", sin esa fuerza característica, pero que bien escuchada, resulta un Blues "a la Rolling" muy sentido, luego aparece "Miss Amanda Jones", que es un homenaje al gran maestro de los cinco "rollings", el gran Chuck Berry, amado y venerado por ellos y muchos músicos jóvenes del Reino Unido y para cerrar con broche de oro "Something Happened to Me Yesterday", con el sello stone, pero con deuda importante con otra institución inamovible del Rock británico que son The Kinks.

La portada es obra del fotógrafo Gered Mankowitz, quien realizó la foto en el neblinoso Londres, a las 5.30 de la mañana para lograr ese hermoso fondo de amanecer y después con ingeniosos trucos creó ese efecto disolvente que la convirtió en una de las mejores portadas del año, como dato extra, se dice que para Jagger, el disco no le despertaba grandes expectativas y lo consideraba un disco malo, con una sola pieza de calidad.








sábado, 24 de mayo de 2014

LOS DISCOS DE 1967. Grateful Dead.





GRATEFUL DEAD.
"The Grateful Dead"
1967






Esta es la banda que representa más ampliamente el concepto del Rock Ácido, surgida y encumbrada por los hippies en San Francisco, Cal. la cuna de ese movimiento y de los conciertos de rock concebidos como ceremonias casi religiosas en donde músicos y oyentes nadaban en ácido lisérgico, la droga mágica de los hijos del flower power. 

Los 
grateful fueron unos de los más entusiastas participantes en el "Verano del Amor", como se conoce al período de gran esplendor de la macrocomuna hippie sanfranciscana, apoyando a los comedores y dormitorios, pero sobre todo, tocando gratis casi todos los días, fueron los proveedores del soundtrack , la música de fondo de ese momento histórico, vivido por miles de jóvenes gringos en 1967, amándose, compartiendo todo, escuchando música que parecía interminable y tuvo su momento más alto con el Festival de Monterey. 


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El Verano del Amor pretendía ser, algo así como, la inauguración de una contracultura opuesta a la dominante, una nueva y a la vez vieja forma de vivir, la gran contradicción de los hippies, oponerse a la deshumanización de la sociedad moderna, regresando a las formas sociales tradicionales, es decir que era un movimiento revolucionario que concebía el avance hacía atrás y entre tantos cambios que bullían en el cerebro de estos jóvenes y tantas inauguraciones, nació este género roquero hecho bajo efecto del ácido, con sonidos alucinantes y para ser escuchados bajo estimulación sensorial artificial, el experimento que se suponía, era un atajo para llegar a formas superiores de la autoconciencia. 

La grabación que hoy presentamos en sociedad, es el debut discográfico del "Muerto" en la que ya aparecían los que serían los elementos constitutivos del sello de la banda: dos baterías, piezas maratónicas (para suscitar la catarsis) y solos de guitarra también larguísimos, ejecutados por el líder "muerto" Jerry Garcia y una amalgama de rock, blues, jazz, música ranchera y folk, el disco es histórico, no sólo por ser el debut de una banda histórica sino porque también podría llamarse, parafraseando a Miles Davis, "Birth of the Acid Rock".






miércoles, 14 de mayo de 2014

martes, 13 de mayo de 2014

LOS DISCOS DE 1969. Stonedhenge.



TEN YEARS AFTER
"Stonedhenge"
1969





En el mismo año del Festival de Woodstock, pero en en el mes de Febrero se publicó "Stonedhenge", no sabían Alvin Lee y compañía lo que significaría para su carrera dicho festival, el que los dió a conocer en la Unión Americana y en el mundo, su disco anterior era el grabado en vivo que lleva por nombre "Undead" y que era un adelanto de la memorable actuación de la banda en Woodstock, pero sobre todo, mostraba a una banda de Blues-Rock británica extraordinaria.

Y es que tocar el Blues parece cosa fácil: mismas estructuras, ritmos y usos de los instrumentos como lo han hecho ya, cientos de músicos, pero Alvin Lee, Leo Lyons, Chick Churchill y Ric Lee, la formación clásica de Ten Years After, siempre tuvieron algo especial: la mirada desprejuiciada y el abordaje del Blues desde otra cultura y otro espacio geográfico.

Para empezar, los cuatro eran excelentes músicos de Blues, con un sonido impecable, nada del sonido "sucio", "grasoso" o "rasposo" de los músicos afroamericanos o de sus compatriotas blancos que hacían hasta lo imposible por sonar "negros", los Ten tuvieron siempre un sonido claro, limpio, impecable y ese es uno de los grandes méritos de Alvin Lee como guitarrista, que era sumamente veloz, pero también lograba un sonido diáfano con su instrumento.

Para la grabación de "Stonedhenge" se asociaron con el productor Mike Vernon, quien les sugirió un viraje hacia el Jazz sin abandonar la base blusera, precisamente para aprovechar y resaltar las virtudes de los instrumentistas e hicieron esta joya, que tiene una pieza con todos los requisitos de una composición del mejor Jazz, en especial el swing que logran y el desempeño virtuoso e ilimitado de cada músico, quienes además incluyeron en el disco cuatro piezas de poca duración que son "solos" instrumentales de cada uno de ellos.

También hay un corte de larga duración que es una cátedra de como tocar buen Blues y un jam al estilo del Jazz donde cada instrumento tiene su oportunidad de lucir en solitario, destacan las partes de Lee y de Churchill en guitarra y órgano que los muestran como músicos de alta competencia. En 2002 se remasterizó el disco y se incluyeron varios bonus: tomas alternas de piezas del disco y dos invaluables extras: "I'm going home" la clásica de los Ten y "Boogie on", que los muestra como ejecutantes extraordinarios de ese ritmo, en resumen, un disco de alta recomendación y si es en esa edición de CD de 2002, aún es mejor.






























viernes, 9 de mayo de 2014

LOS DISCOS DE 1966. Face to face.




THE KINKS
"Face to Face"
1966





Con "Face to Face" se inició la llamada "época de oro de los Kinks" que se extiende hasta 1971, con una serie de grabaciones excepcionales: "Village Green", "Arthur" o "Lola", todas más o menos en los límites del "álbum conceptual", la característica observación social de ácida mirada y crítica devastadora que entiéndase, no estaba en los terrenos de la canción de protesta, sino del comentario agudo e inteligente de la vida social inglesa, en todos los niveles sociales y todos los espacios.

Se dice que Ray Davis, el líder y compositor principal de la banda, pasaba por un momento difícil que lo tenía al borde del colapso nervioso y el trabajo de composición de las canciones del disco le sirvieron de terapia, con lo que salíó ganando, pero no más que el disco y que la música de los Kinks, que dió un salto cualitativo notable, el estado de exaltación que experimentaba Davis, produjo una de las colecciones de canciones poproqueras más notables de todos los tiempos.

Y la sacudida emocional alcanzó también a la música que se volvió más rica, más imaginativa, con efectos especiales no usados antes e instrumentación también extraña en los discos de la legendaria banda, no es gratuito que cronistas e historiadores consideren a menudo a "Face to Face" la obra maestra de Ray Davis y los Kinks.

En esta obra clásica del rock están piezas fundamentales como "Sunny Afternoon" o "Fancy", además de producir un fenómeno nunca visto antes ni después; antes de la salida del disco, dos de las piezas contenidas en él, ya se habían convertido en éxitos: "House in the country" grabada por esa banda enorme que se llamaba "The Pretty Things" y "Dandy" que fue gran éxito mundial en la versión de los "Herman's Hermits".

Así que, queridos lectores, me complace revisitar y volver a disfrutar este disco que no tiene tiempo ni espacio; no fue hecho para alguna generación en especial y que me resulta entrañable, no sólo por los méritos ya enumerados, sino también por ser la banda de Ray Davis una de mis preferidas de toda la vida.