SLY AND THE FAMILY STONE
"Stand!"
1969
Sylvester Stewart es uno
 de los personajes más destacados, talentosos y revolucionarios de fines
 de los sesentas y principios de los setentas, mejor conocido como Sly, 
recomposición de las letras iniciales de su nombre Syl, fue el creador y
 líder de la banda que revolucionó y llevó a terrenos inéditos al Funk,
 ese género que tuvo grandes santones, canonizados y divinizados y que 
tuvo tal éxito, que a los que vivían de él, les daba miedo cambiar.
Pero Sly no pertenecía al grupo de empresarios, compositores arreglistas músicos y cantantes que vivían del jugoso negocio del Funk, de modo que no tuvo ni el menor miramiento para hacer el Funk que
 rondaba su mente y sabía que era posible, y sin traicionar la esencia 
del género, sino más bien afirmándola, la adicionó, la fundió y la 
complementó con elementos del Rock, la sicodelia, el R & B y hasta 
lo más fino y sustancioso del Pop.
El debut discográfico de
 la banda se produjo en 1967, con un disco prometedor pero 
intrascendente, al siguiente año vendría la primera gran obra de este 
combo, "Dance to the Music" y en el mismo año, otra creación poco 
consistente, como preparación a la llegada de la gran obra, el disco non plus ultra del
 Funk y del "stonismo", el fabuloso, el inmejorable, el fantástico 
"Stand!, con la combinación más alucinante de Funk, Rock y Sicodelia 
jamás creada.
Desde "Stand! la pieza 
que abre el disco, un Funk con aires de marcha militar, metales y coros 
excelsos, siguiendo con la militante y desafiante "No me llames 
"nigger", blanquito", desafiante en su texto y en su estructura, árida 
rasposa y punzantemente desesperante, luego para aliviar la tensión un 
poco, aparece la exitosísima "I Want to Take You Higher", Funk que honra
 la ortodoxia sin dejar de ser impecablemente "stoniana". el "solo" de 
armónica lo proclama, "Somebody's Watching You, rescata al Pop más fino y
 lo reviste de la grasosa esencia funky y logra una pieza de aleación sin punto débil.
Después un recordatorio 
de que estamos frente a un disco de Funk, para aquel que se distrajo con
 los experimentos y exquiciteces de Stewart y compañía, para llegar a la
 canción, uno de los grandes éxitos de la Familia, genial y bella, con 
un uso sobresaliente de los tiempos y el ritmo, coros cimáxicos, y la 
proclama ¡We got to Live Together!, como grito de batalla.
Y para terminar, algo 
totalmente inusual en el Funk, "Sex Machine", una pieza de más de 13 
minutos, al estilo de las grandes piezas roqueras de larga duración, 
pretexto para dictar cátedra de como hacer música, como estructurar 
piezas musicales, como mezclar géneros y de como hacer Funk distinto y 
totalmente sui generis.

 

















