CAT STEVENS.
"Mona Bone Jakon".
1970.
"Tea for the Tillerman" es considerado por críticos, historiadores, melómanos y simuladores, como el gran disco de Cat Stevens, allí están enormes y exitosas canciones como : "Where do the Children Play?" "Wild World" "Sad Lisa" "Father and Son" "Miles from Nowhere" y casi todas las piezas del disco que brilla cuando lo sacas al sol, con el, Cat se hizo famoso en el nivel planetario, se reveló como el nuevo mesías del Rock-folk inglés o del Rock acústico y el mundo descubrió a un meticuloso orfebre de los sonidos, el artista que pulía sus canciones como joyas, hasta el límite exacto sin barroquismos ni exageraciones.
Pero todo esto a mí no me importa, mi disco favorito de Stevens es su antecesor, publicado el mismo año y verdadero portento de belleza y sensibilidad, el oscuro, extraño y misterioso "Mona Bone Jakon", que es el debut del Cat que todo el mundo conoce, sus trabajos anteriores anunciaban al gran creador de canciones, pero fue en Mona Bone... donde se develó su talento fuera de serie.
Dos años antes, cuando ya empezaba a ser conocido y había hecho llegar algunas de sus canciones a las listas de popularidad, enfermó de tuberculosis y pasó más de un año entre hospitales y reposo en casa y parece que ese período de descanso forzoso, le permitió reformular su posición ante la música y las canciones, compuso una gran cantidad de piezas que se alejaban del tono Pop que hasta ese momento lo había caracterizado y al volver a la actividad, las presento a Paul Samwell-Smith, el bajista de The Yardbirds, quien hizo mejor carrera como productor que como músico.
Samwell-Smith, aceptó producir el disco con la banda formada por Stevens en la guitarra, el piano y la voz; Alun Davis en la guitarra, en este y varios discos posteriores; John Ryan en el bajo y el percusionista Harvey Burns, además el disco fue tocado por la gracia de que en una pieza, "Katmandu", tocara la flauta "el arcángel" Peter Gabriel, para complementar los arreglos, en algunas piezas aparecen violines, violas y cellos manipulados por ilustres desconocidos que no merecieron ni un crédito, con esta precaria dotación instrumental, Cat demostró sus habilidades de orfebre virtuoso, sacando el mayor provecho de la sencillez y creando piezas de finísimo acabado.
El tono general del disco es oscuro, melancólico e intimista y hasta canciones con tema frívolo como "Pop Star", conservan ese matiz muy ad hoc a los temas tratados: el amor, el desamor, la muerte, las preguntas clave de la existencia, la divinidad y las contradicciones del mundo terrenal, con esta agenda temática, Stevens empezó a presentarse como un letrista de gran nivel y cercano a la poesía, como en "Lady D'Arbanville", inspirada en una ex novia de ese apellido, bellísima canción dedicada a la muerte y al amor, con cierto aire medieval, un poema como letra y un prodigio musical hecho con unas guitarras acústicas, percusiones y un lejano, casi inperceptible órgano.
Si fuera un reseñista desconsiderado, comentaria cada canción con amor y entusiasmo, porque todas me gustan mucho, pero para no correr el riesgo de que no termines de leer el artículo, solo diré que entre la colección de joyas de alta orfebrería, destacan también: "I Think I see the Light", entre el amor, el misticismo y ese piano exacto que hace casi todo el arreglo, "I Wish I Wish", "Katmandu" con aires orientales explicables por los antecesores griegos de Steven Demetru Georgiou, nombre oficial del Cat y "Fill my Eyes".
Para terminar diré que durante décadas, desde que descubrí esta hermosura en la casa de mis primos en la bella Guanajuato, busqué y busqué, qué diablos era Mona Bone Jakon e imaginaba algo trascendente, místico o filosófico, hace muy poco encontré una versión donde se dice que el propio Cat confesó que Mona Bone era sólo un nombre que a él se le ocurrió para nombrar a su terrenal y prosaico pene.
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