Eran las once de la noche más o menos, mojado por la fuerte lluvia que azotaba el norte de la ciudad, estaba en la entrada del Roots mostrando a los guardias mi boleto de entrada junto con mi credencial de elector. A pesar de la lluvia, la emoción de ver en vivo a Cut Copy me mantenía calientito por dentro, era eso o el vino y la cerveza que había tomado.
Todos desconfiábamos, el DJ set de Justice había dejado una pésima impresión del Roots; mal sonido, filas enormes para comprar a precio de oro cervezas tibias, mal trato del personal de seguridad, y lo peor: chavos fresísimas que no van a escuchar música sino a ostentar el dinero que consiguen de sus papis. En fin, una muy mala experiencia.
Lo primero que noté al entrar fue que, tal y como lo habían prometido los organizadores, no había tanta gente; después, en 15 minutos pude conseguir ocho cervezas frías 10 pesos más baratas, nadie me miró feo. El ambiente era muy bueno; aquello era una gran fiesta.
Bufi subió al escenario, este par se dedicó a mantener el cálido ambiente con sus beats electrónicos y pusieron a bailar al personal que ya se encontraba bastante entonado, aunque muchos estaban sentados guardando sus energías para lo que vendría después.
De pronto, en el escenario iluminado por luces azules, rojas, verdes y amarillas apareció Cut Copy: cuatro cuates que, según yo, estaban pasadísimos. La exitación crecía cada vez más.
Musicalmente el concierto estuvo regular; el sonido estaba medio malon para mi gusto y Cut Copy no logró hacer más en vivo de lo que hacen en el estudio. El hecho de que muchos de los sonidos estuvieran pregrabados hace dudar de su destreza. Incluso escuche un grito: ¡toquen en vivo!
A pesar de esto, Cut Copy logró algo mucho más interesante: crear un gran ambiente de fiesta. El nivel de prendidez que alcanzamos los ahí presentes fue impresionante. Fue increíble estar junto a tanta gente bailando y saltando, las botellas vacías rodaban por la pista de baile, algunos decidieron violar la nueva ley y comenzaron a fumar, y, para mi sorpresa, de pronto llegaba a mi nariz el inconfundible aroma de la mariguana. Más tarde un cuate se subió al escenario y brinco hacia la multitud, otros lo siguieron hasta que uno llegó al micrófono y grito el clásico ¡viva México!... Genial.
La fiesta alcanzó uno de sus momentos cumbre con Lights and Music, previa invitación de Cut a "get crazy with 'em". Pero, definitivamente lo mejor fue el final: las luces encendidas permitían ver a toda la gente, incluidos los propios Cut brincando y cantando ... hearts on fire i reach out to you tonight... Insisto, el ambiente era único, pocas veces la he pasado tan bien en un concierto.
Cuando Cut dejó el escenario todos seguíamos con la pila a tope, muchos seguimos bailando un par de horas más: no queríamos que la fiesta terminara.
Definitivamente el ambiente fue lo mejor del jueves por la noche; creo que todos perdieron la pose por un momento y eso fue bueno, es bueno ver a las personas tal y como son. Esa noche realmente hubo "somethin in the air", y todo lo que ahí ocurrió este servilleta lo resume con la letra de la rola noventera y naca que sonó rato después de que el concierto terminara: "tu y yo a la fiesta, tu y yo toda la noche... bailando, bailando, amigos adiós, adiós el silencio loco". Increíble.
Aquí dos fotos de esa gran noche, algunas más la encuentra usted en http://www.flickr.com/photos/herr_pistas/
1 comentario:
¿De qué hablas? me bombardeas con grupos que en mi vida he escuchado y algunos que ni sabía que existían, si me hubiera enterado que ese grupo tocaba en México, por nada se me hubiera ocurrido ir a verlos, pero algo estoy aprendiendo, gracias.
Publicar un comentario