Otro gran acontecimiento del año 1970, fue el último disco de estudio de Simon and Garfunkel, con Paul Simon en pleno dominio de las técnicas y trucos de la composición, los arreglos y la producción en general, tomando como base la fórmula ya más que probada de las piezas muy orientadas hacia el folk, letras muy "literarias", las famosas e infalibles armonías vocales que eran el sello inconfundible del dueto y una combinación de piezas de Simon, de alto impacto, variadas, melódicas, excelentemente bien arregladas, para conquistar a cualquier público.
Como resultado, el disco estuvo paseando por los lugares más altos de las listas en un lado y otro del océano, iluminando y emocionando al planeta con canciones impecables en su hechura que gustaban a chicos y grandes e incluso que podían ser clásicas que versionara medio mundo, de ese modo, todos salieron ganando, la Columbia que vendió millones de copias, los artistas que se despidieron de las grabaciones de estudio en forma perfecta y el público que bailó, se emocionó y hasta derramó algunas lágrimas, hasta se dieron el lujo de incluir la gran clásica de los Everly Brothers, "Bye, Bye, Love", casi como coda, que te deja la sensación de que escuchaste un disco completo y perfecto.
En los tiempos en que salió este disco yo tenía considerado a Ten Years After (Diez Años Después, del nacimiento del rock), como un grupo demasiado elemental y básico, que tenía como único atractivo, poseer al guitarrista más rápido del mundo, me pasaba lo mismo con Grand Funk, mi opinión sobre este último no ha variado mucho, pero la que tengo ahora de los Ten, dió un giro de 360 grados, con el tiempo escuché la mayoría de sus discos y tuve que disculparme con ellos.
Cierto que usaron siempre los elementos básicos del rock y del blues y falso que eran elementales y músicos limitados, más bien eran harto conocedores de esos elementos y supieron usarlos con sabiduría y maestría, además de que todos eran músicos avanzados en la ejecución de sus géneros y sus instrumentos.
Con solo guitarras batería y piano hicieron un Rock Duro con profundas raíces en el Blues y muchos elementos del Pop, sorprendiendo siempre con la forma de hacer las combinaciones en piezas perfectas en su llegada, climax y solución, bluseaban con maestría y sentimiento, roqueaban con pasión y energía y sabían hacer baladas monumentales como su más que famosa "I'd Love to Change the World", su álbum debut, ya era notable, pero el antecesor de este ""Ssssh", era simplemente delicioso y emotivo; "Cricklewood Green", el que nos ocupa, muestra al grupo, en plena madurez, disfrutando hacer música que nunca aburre, ni peca de intelectual o sofisticada, solo Rock genuino y sincero, del que siempre se añora y se espera como al mesías.
El disco te atrapa desde el principio, con ese extraño ritmo de la batería y el ¿riff? también inusual que lo acompaña y ese es uno de los recursos que mejor empleaban los Ten, todas las piezas tienen comienzos que invitan a seguir escuchando: en "Working on the Road", el bajo de Leo Lyons y el ritmo frenético; en "50,000 Miles Beneath My Brain", la serena entrada a una balada sicodélica que va subiendo de intensidad y nunca vuelve al origen en sus siete y medio minutos; en "Year 3,000 Blues", el inequívoco inicio de una balada country y así una tras otra, todas tienen ese comienzo prometedor. No hay momentos bajos, no hay baches ni aparece una insinuación de discontinuidad, vas pasando de una emoción a otra, de un placer a otro y cuando acaba el disco, quieres volver a escucharlo, así eran los Ten Years After, no daban tregua, ¿recuerdas su famosa presentación en Woodstock, tocando "I'm Going Home?, esa era la esencia de esta banda, si esperas que la tensión, la intensidad y la emoción decaigan, te vas a quedar esperando.
Entré en el mundo de la música de Jamal, por una recomendación que no podía dejar pasar, la de Miles Davis, quien en innumerables ocasiones declaró ser admirador de este pianista extraordinario, nacido en 1930 en la ciudad de Pittsburgh, cuna también de unos cuantos pianistas excelsos del Jazz: Errol Gardner, Mary Lou Williams, Billy Strayhorn y Earl Hines, nada más y a los tres años, antes de saber leer, ya tocaba el piano, empezó a tomar clases formales a los siete años y a los once, ya tocaba profesionalmente, el típico caso de un niño genio, superdotado para la música.
Jamal se hizo notar como artista único y extraordinario, por su virtuosismo, su manejo de los tiempos y por su concepción "orquestal" de la música, aun tocada por pequeños grupos como los tríos que fueron sus preferidos, Jamal no usaba el piano como instrumento de acompañamiento, ni se iba hacia el otro extremo de convertirlo en solista tan destacado que borre a los demás instrumentos, tiene una forma de abordar las piezas envolvente, creando un "ambiente", un fondo que da sustento a sus increíbles estructuras armónicas y a sus desarrollos melódicos, al tiempo que da "espacios" amplios y seguros, para los encargados de la sección rítmica.
En 1970, mientras el Rock se ampliaba en diversos rumbos y abría deslumbrantes vetas para explorar, músicos como Ahmad Jamal, hacían discos de extraordinaria factura como éste, con piezas de su autoría y sus acostumbradas recreaciones de éxitos populares del mismo Jazz o de otros ámbitos, en esta grabación hay dos piezas compuestas por él, la famosa "The Awakening", obra maestra de todos los tiempos y "Patterns"; una de Herbie Hankcock, una de Oliver Nelson, una de Jobim, variado en repertorio, variado en abordaje de géneros jazzísticos, variado en técnicas pianísticas y una cátedra de como hacer discos de Jazz con recursos minimalistas, ideas musicales maximalistas y virtuosismo instrumental sin protagonismos fatuos ni pretensiones no alcanzadas, solo talento y genio, al servicio, no del lucimiento personal, sino de la creación artística colectiva.
"No Dice" es imprescindible en el panorama amplio del año 1970, por haber sido un disco muy exitoso, muy bien recibido por la crítica y el público, por haber llamado la atención en las dos orillas del Atlántico, porque Badfinger era la banda estelar que apadrinaban The Beatles, porque los Bad eran considerados "los nuevos Beatles" y porque tiene excelentes canciones.
Badfinger nació en 1968, pero con otro nombre y fue en 1969, cuando se autobautizaron con el nombre que los hizo famosos y alcanzaron su mejor line up, con los hombres que grabaron este disco: Pete Ham, pianista, guitarrista, cantante y compositor que hacía una pareja de compositores casi tan efectiva como la de Lennon y McCartney con Tom Evans quien tocaba el bajo y también cantaba; además de ellos la banda se completaba con: Mike Gibbins en batería y Joey Molland en guitarra y voz.
A los Badfinger se les considera entre los precursores del género conocido como Power pop y que combinaba los sonidos suaves y melódicos del Pop con la dureza y energía del Hard Rock, de modo que si lo calificamos desde esa perspectiva genérica, es un álbum de Power pop sobresaliente, con excelentes piezas de estructura impecable, baladas tiernas y rock duro de impecable ejecución.
Otro factor que lo hizo clásico fue la inclusión de "No Matter What" que resultó una de las canciones más escuchadas del año y de otra clásica que curiosamente no se hizo super hit en la versión de sus creadores, sino dos años después en la interpretación de Harry Nilsson, la famosísima "Without you", hay piezas de inmaculada composición como "Love Me Do", a las que sólo se les puede objetar su gran parecido con las que componían los padrinos de este cuarteto, esta es el colmo, se llama "Love me Do" y se parece mucho a "Get Back", hay otras que firmaría McCartney y nadie dudaría de su autoría y este pudo haber sido la peccata minuta que se convirtió en pecado capital, parecerse tanto a The Beatles, hizo que el gran talento de estos cuatro ingleses no se notara.
Otra banda inglesa que se formó con jóvenes amantes del Blues, por iniciativa de Kim Simmonds su promotor, líder y único miembro de la banda desde sus inicios y hasta su fin y esto es una hazaña de constancia, porque a lo largo de su vida, Savoy Brown sufrió innumerables cambios de personal, pero el caso es que, para cuando grabaron su segundo disco "Getting to the Point" (1868), con Simmonds que la hacía de guitarrista principal, ya estaban Chris Youlden, vocalista y Dave Peverett, mejor conocido como "Lonsome Dave" como segunda guitarra, este era un núcleo consistente que se completaba con Roger Earl en batería y el bajista Rivers Jobe.
Y así se sucedieron un disco tras otro y un cambio tras otro de músicos, destacándose el tercero álbum "Blue Matter" (1969) y el quinto "Raw Sienna", del mismo año, después de este disco, también se fue Youlden y el taciturno "Lonsome Dave", tuvo su oportunidad de demostrar que no era un artista comparsa y sí un músico con grandes talentos, se hizo cargo de la voz principal y se consolidó como el guitarra de acompañamiento ideal para el lucimiento de los solos de Simmonds y con participación también como guitarra líder.
Ellos dos, más Tone Stevens, el mejor bajista que tuvo la banda y el muy competente baterista Roger Earl, hicieron el sexto álbum del grupo, uno que es favorito de favoritos de su seguro tecleador y el que le abrió las puertas del mundo "savoybrauniano" de forma devastadora, cuando alguien llevó el disco a casa y el que esto narra se sintió avasallado por el rock bluseado de gran fuerza que hacía el cuarteto y del que destacaban la voz muy expresiva y con gran feeling del Solitario Dave y las ráfagas de notas que formaban los solos de guitarra de Simmonds.
Aquí hay de todo lo que hace emotivo a un buen disco de Rock: riffs contundentes, rock de gran pureza con su veta blusera muy evidente, "solos" de guitarra punzantes y oportunos, un vocalista de altura y una unidad de coherencia impecable, todo esto hace que "Looking In", sea uno de mis discos favoritos de cualquier momento o lugar.
Después de Esta joya, Lonsome, Earl y Stevens, le dieron un golpe mortal al Savoy, al irse juntos para formar Foghat, la banda que puso al Solitario Dave como líder de una banda y rockstar que antes había estado eclipsado por Simmonds, la nueva banda fue tal vez más exitosa que Savoy, la que sobrevivió gracias al tesón de Simmonds quien estaba acostumbrado a reconstruir y renovar su banda con frecuencia.
It's a beautiful day es una leyenda de la sicodelia, banda hermana de Jefferson Airplane, por la época que compartieron, la similitud en el sonido y hasta el hecho de tener a una cantante en lugar de un cantante. El debut de este grupo fue un gran acontecimiento para el circuito sicodélico, una banda imaginativa que incluía un violín muy "country" y una vocalista que hacía juegos corales con el violinista, en forma sobresaliente causó sorpresa y fue muy bien recibido, pero además el álbum debut es una obra maestra para el rock en general, uno de esos debuts de ensueño, frescos, propositivos, imaginativos y virtuosos.
Por estas razones, el segundo disco tenía ante sí un reto enorme que consistía en superar o al menos igualar la calidad del gran clásico con el que debutaron en el mercado discográfico y no hubo nada que lamentar.
Marrying Maiden no tiene la uniformidad y consistencia de It's a beautiful day, que en ese sentido englobaba un mismo concepto, en su sucesor se nota un eclécticismo muy marcado. con la novedosa incursión de la influencia "country" del líder de la banda David LaFlamme, combinada con grandes dosis de blues e incluso de las estructuras del jazz, como es posible notar en el track de inicio que se llama Don and Dewey, pieza inconfundiblemente jazzística y "country" a la vez.
En la segunda pieza The dolphins hay un regreso al sonido "costa oeste", con el Jefferson como referencia, con Essence of now, tercer corte, vamos arriba y adelante, como dijera el trágico personaje de la política, con una balada fina, bella, a la altura de cualquiera de las del debut.En el cuarto episodio que se llama Hoedown, entramos de lleno al mundo "country", perfecta para un rodeo, luego viene Soapstone Mountain, otra balada muy marcada por el campo pero con el sello de la sicodelia, eclecticismo puro, pero eso sí, bien logrado, Let a woman flow, parece una canción de otro disco, lo que no significa que sea mala, de ninguna manera, incluso podría decirse que es de las mejores del disco, con un arreglo rico, fino entre el pop y el jazz y con extraña letra en español.
Después regresamos al rodeo y a la fiesta de pueblo con It comes right down to you, impecable balada campirana, a Good lovin', si no la hacen los del hermoso día, la hubieran hecho los del aeroplano, una de esas piezas que hermanaban a ambos grupos, casi para terminar, se puede escuchar Galileo, la que para su servidor es la estrella del show, en tres minutos y algo, se desarrolla una obra maestra del arte cancionil, ni más ni menos.
Y para terminar una pieza relajante, mística y con todo el espíritu del jipismo, Do you remember the sun?, el broche de oro para cerrar una obra que no ha tenido los reflectores de su antecesora pero que tiene todos los méritos para ser considerada también, una clásica del rock.
Family es otra de esas bandas inglesas de principios de los setentas que inexplicablemente están injustamente olvidadas, o en el mejor de los casos, no suficientemente reconocidas, habiendo hecho discos de gran consistencia, calidad y originalidad, teniendo en sus filas a una buena cantidad de músicos sobresalientes y haber creado un concepto original, factores todos que, por lo regular, convierten a una banda de rock en clásica e inmortal.
Family se creó en Leicester por la iniciativa de un grupo de estudiantes de arte y en su período de conformación tuvo varios cambios de personal, para 1968, año en que grabaron "Music in a Doll House", su extraordinario disco debut, celebrado por los críticos más exigentes, pero poco vendido y olvidado, sus miembros eran: Roger Chapman, cantante, armonicista y saxofonista; John Whitney, guitarrista; Jim King, que tocaba saxofones, armónica y cantaba; Ric Grech, en bajo, violín, cello y voz y Rob Townshend con las percusiones.
"Family Enterteinment" su segundo disco y con los mismos músicos, es también una joya de principio a fin, con el quinteto, desarrollando una música que, aún en el contexto expansivo de esos años, era muy rica en la composición de las piezas, que no se limitaban al rock, sino que tenía pasajes muy variados donde se asomaban las músicas tradicionales del Reino Unido y la música "culta", ires y venires de unos escenarios a otros, con instrumentación muy variada y un vocalista (Chapman) que tampoco goza del reconocimiento que merece, con la fuerza y emoción de Joe Cocker y un timbre parecido al de Mike Harrison de Spooky Tooth, era un cantante fuera de serie.
"A Song For Me", su tercer álbum lo busqué por mucho tiempo, sólo para completar mi colección de la primera etapa de Family, pero sin mucho entusiasmo, me parecía que las dos obras maestras mencionadas, no podían ser superadas y en las crónicas y reseñas, nunca se menciona a este disco como sobresaliente, pero cuando lo conseguí, mi sorpresa fue muy grande y muy grata, con dos cambios en la alineación: salieron Jim King y Ric Grech, este último directo al reflector con la superbanda Blind Faith que fueron sustituidos por: John Weider y John Palmer, también multinstrumentistas, lo que al parecer era requisito para entrar a la banda, hicieron un trabajo que no desmerece frente a sus antecesores y en momentos hasta los supera.
"A Song for me", es como un trabajo de entramado colorido y lleno de imágenes, que van de un lugar a otro y de un tiempo a otro, en momentos lleno de luz y en otros un tanto sombrío, nutrido de géneros ya establecidos pero maleados y aleados por la Familia con gran oficio, como toda la obra de la banda hasta 1970, sin duda el hecho de que fueran todos músicos con grandes conocimientos y su característica de tocar una gran variedad de instrumentos fueron determinantes para que se atrevieran a hacer rock sin barreras, rock que en cada momento se salía de sus límites, para explorar otros paisajes sonoros, siguieron grabando discos hasta 1973, pero de eso no puedo hablar porque no los conozco.
Canción compuesta por John Lennon en Septiembre de 1966, mientras estaba en España filmando la película "Cómo gané la guerra" de Richard Lester, el propio Lennon relató que estar lejos de la presión de ser un Beatle y trabajar como un Beatle para conservar el estatus de Beatle, le dió la tranquilidad para pensar en una canción sin prisas ni compromiso fechado, quería hablar de Liverpool y de su infancia.
El título y protagonista de la pieza es un recuerdo que le vino de una casa hogar cerca de su domicilio y la letra empezó a salir por el método de asociación libre de palabras que consiste en juntar palabras que vengan a la mente, aún que no tengan "sentido", porque para él si lo tenían, sonaban bien y eran sus recuerdos, a su regreso a Inglaterra se las mostró a sus compañeros que quedaron asombrados, un testigo (el ingeniero de sonido), dice que Paul, contrario a su costumbre, no pudo evitar la exclamación ¡es maravillosa!.
Como habían renunciado a las giras, tenían todo el tiempo del mundo para trabajarla e hicieron infinidad de tomas explorando diversas opciones, al final, John quería la primera parte de una toma y la segunda de otra, sus colegas alegaban que no estaban en el mismo tiempo ni las mismas notas y que no era posible unirlas, el genio de las producciones discográficas que era George Martin, resolvió el problema acelerando ligeramente una toma y alentando otro poco la segunda, y ese truco hizo que la voz de Lennon suene extraña y fascinante.
Estaban empezando la grabación de Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band y en principio iba a ser incluida en la obra maestra del cuarteto, lo mismo que Penny Lane de McCartney, con la misma tónica evocativa y "liverpuliana", pero los directivos de EMI, querían sacar un single como era costumbre para ir calentando el lanzamiento del nuevo álbum, así que Martin decidió lanzar las dos piezas en un EP, con el tiempo, no ha dejado de insistir en que ese fue el más grave error de su carrera, excluir las dos canciones geniales que hubieran estado en lugar inmejorable dentro del Sgt, Pepper.
Pero a pesar de los pesares, Strawberry Fields Forever, fue, sigue siendo y será hasta el fin de los tiempos una de las grandes canciones "beatlianas", con inumerables "covers" y menciones en libros, revistas y hasta ensayos sobre la canción en general y sobre la obra de los genios de Liverpool.
CAMPOS DE FRESAS POR SIEMPRE.
Déjame llevarte conmigo
porque voy a los campos de fresas
nada es real
y nada inquieta
campos de fresas por siempre.
Vivir es fácil con los ojos cerrados
engañoso todo lo que ves
resulta difícil ser alguien
pero todo se resuelve
no me importa demasiado.
Déjame llevarte conmigo
porque voy a los campos de fresas
nada es real
y nada inquieta
campos de fresas por siempre.
Nadie, que yo sepa,, está en mi árbol
quiero decir, que debe ser alto o bajo
o sea, que no pueden saber sintonizar
pero no importya
o sea, parece que no está mal del todo.
Déjame llevarte conmigo
porque voy a los campos de fresas
nada es real
y nada inquieta
campos de fresas por siempre.
Siempre, no a veces, cree que soy yo
pero sabes que se cuando es un sueño
creo que sé que quiero decir un Sí
pero es todo una equivocación,
o sea, creo que estoy de acuerdo.
.
Déjame llevarte conmigo
porque voy a los campos de fresas
nada es real
y nada inquieta
campos de fresas por siempre.
campos de fresas por siempre
campos de fresas por siempre.
STRAWBWRRY FIELDS fOREVER.
Let me take you down 'cos I'm going to Strawberry Fields Nothing is real And nothing to get hungabout Strawberry Fields forever.
Living is easy with eyes closed Misunderstanding all you see It's getting hard to be someone But it all works out It doesn't matter much to me.
Let me take you down 'cos I'm going to Strawberry Fields Nothing is real And nothing to get hungabout Strawberry Fields forever.
No one I think is in my tree I mean it must be high or low That is you can't you know tune in But it's all right That is I think it's not too bad.
Let me take you down 'cos I'm going to Strawberry Fields Nothing is real And nothing to get hungabout Strawberry Fields forever.
Always, no sometimes, I think it's me But you know I know when it's a dream I think I know I mean a "Yes" But it's all wrong That is I think I disagree.
Let me take you down 'cos I'm going to Strawberry Fields Nothing is real And nothing to get hungabout Strawberry Fields forever.
El tercer disco de Jethro Tull, llamado "Benefit", es mi favorito no sólo de la banda en cuestión, sino en general, uno de mis discos preferidos en mi vida de escuchador de rock, fue el primer álbum completo de Mr. Anderson y compañía que escuché, pues antes sólo conocía "Love Story", que me parece fue un single, pero lo más extraño fue la forma en que conocí a ese placer.
Resulta que domingo a domingo, buscaba con mi amigo Víctor, algún lugar donde se presentaran los grupos de rock que estaban en activo, corrían los años de 1970 o 1971 y en la Ciudad de México se habían concentrado los mejores grupos de Tijuana, Guadalajara o Monterrey y a falta de cafés, bares o teatros, los salones de baile o lugares improvisados como tales, servían para armar "tocadas", allí estábamos cada semana, mi "cuate" y yo, dándole gusto a nuestro mayor placer que era: escuchar rock en vivo:
Uno de esos grupos que se presentaban en el Salón Chicago, era Los Dug Dug's, oriundos de Durango (de allí el nombre), lidereados por un músico excepcional de nombre Armando Nava, compositor, guitarrista, flautista y vocalista, en esos tiempos no tocaban sus composiciones (no sé si ya las tenían), y se dedicaban a "refritear" covers de grupos gringos e ingleses del momento, recuerdo a Grand Funk y sobre todo a Jethro Tull.
Al parecer "Benefit", de reciente aparición, los tenía hechizados, porque en cada actuación tocaban por lo menos la mitad de las piezas del álbum de forma impecable, como si se estuviera escuchando el disco, a mí sin conocerlo, me deslumbró y empecé a tratar de conseguirlo, desde entonces se convirtió en uno de mis favoritos de toda la vida, casi como si a mis 16 o 17 años hubiera tenido la ocasión de escuchar al Jethro en vivo, Armando cantaba y tocaba la flauta como si fuera Jon Anderson y hasta "pelaba tamaños ojotes" y levantaba la pierna como aquel.
Pero aparte de la cuestión emotiva y con los años de escuchar una buena parte de la obra andersoniana, me parece de lo mejor de ésta: es el disco que dejó en claro el estilo de la banda, es el disco en el que la flauta de Anderson se vuelve protagonista indiscutible y parte fundamental del sonido Jethro, es el disco donde ya no aparecen las piezas con estructura blusera y se nota más la influencia del folk inglés.
Pero además, es el disco en el que las piezas se volvieron obras mayores, con estructuras más complejas que las de la música folk o el rock elemental, con pasajes diversos dentro de una sola pieza: introducciones, cambios de ritmo y ambientación, es un disco casi sinfónico, entre el folk, el rock progresivo, el jazz y la música de cámara, en él, Anderson se graduó como un compositor fuera de serie y los "jethros", que serían la alineación más creativa y productiva, es decir la histórica y mejor que ha tenido la banda (Anderson, Martin Barre, Glen Cornick y Clive Bunker), aparece magistral.
"In Rock" es otro de los grandes acontecimientos del año 1970 para el rock británico y mundial. Como álbum de transición entre el Purple de sus primeros tres discos y el que sobrevive en este nuevo siglo, presentó grandes innovaciones y sorpresas: en primer lugar, las incorporaciones de Roger Glover como bajista y de Ian Gillan como cantante y la nueva química asociativa que éstos lograron con la guitarra de Blackmore, y en segundo lugar, el consecuente vuelco hacia el rock duro, aún con tintes progresivos y sicodélicos, pero ya encaminado inevitablemente hacia el hard.
El rock pausado, barroco y para el espíritu que promovía, sobre todo Jon Lord, fue arrasado por la dinámica acelerada y frenética de piezas como "Speed King", con la que empieza el disco y anuncia la transición con un principio a la usanza del viejo Deep, que de repente y sin avisar se vuelve feroz, para después darle su espacio al maestro del teclado (Lord) e inmediatamente ser avasallado otra vez.
Esta es una de las tónicas sobresalientes de la obra que en general es exaltada y violenta, pero que tiene sus remansos de continuidad fluida en las intervenciones del siempre elegante órgano de Lord, que parecen preparar, cada que aparecen, el nuevo estallido de hard rock "premetalero" que sería el sello del Púrpura Profundo en adelante.
Otra gran aportación de este disco al año rockero, a la década y a la historia del rock, fue la revelación de Gillan como monstruo de la voz, porque no es sólo un cantante gritón, ni un vitricida de agudísimos timbres, sino una voz de grandes potencialidades y habilidades que lo llevaron a ser elegido como protagonista de Jesus Christ Superstar (1970), en el papel del mesías, que representaba serias dificultades técnicas, superadas ampliamente por el vocalista que amenazaba la hegemonía de Plant, hasta entonces considerado el mejor cantante del rock en la época.
Con todo esto: la elegancia de Lord, la frenética base rítmica de Glover y Paice, la guitarra de Blackmore, liberada de ataduras y hasta haciendo homenajes al rey muerto (Hendrix) y la voz de Gillan en plan mesiánico, más la portada del Monte Rushmore, con los purple en lugar de los forjadores de la nación Norteamericana, "In Rock" nació clásico y hasta exitoso en ventas, por eso no puede estar ausente en ninguna antología del año 1970.