LA GUITARRA CLÁSICA Y LA FLAMENCA
EN PERFECTA ARMONÍA.
A los españoles les gusta esto y les sale de maravilla y hay un buen número de compositores que se dedican a componer piezas para guitarra que conjuga las técnicas de la guitarra clásica con las de la flamenca, haciéndolas convivir en perfecta armonía, como dijeron Paul McCartney y Stevie Wonder en la famosa "Ebony and Ivory", un día en mi clase de Estética, estábamos abordando el tema "La Obra de Arte" y pedí a mis alumnos que escogieran un ejemplo de algo que ellos consideraran una obra de arte y llevaran a clase la foto o la grabación y de acuerdo a las lecturas, explicaran cómo era que su elección, cumplía con los requisitos para ser considerada arte.
Así pasaron unos y otros con una foto de una pintura o una escultura u obra arquitectónica y los que habían elegido una pieza musical la llevaban grabada y se reproducía, en eso, tocó el turno a un alumno que dijo iba a presentar una pieza musical llamada "Capricho árabe", pero en vez de traer cassette o compact disc, traía una guitarra y sin más ni más tocó esta pieza, misma que me gustó de inmediato y me dí a la tarea de buscarla, para poder escucharla cuando quisiera, hasta la fecha no sé si el gusto por esta pieza tiene que ver sólo con su calidad artística o si está también marcado por el episodio sorprendente y muy reconfortante para quien como yo, se dedica a la docencia.
El autor de "Capricho Árabe" es Francisco Tárrega, pero hay otros compositores por el estilo del todo recomendables, por ejemplo: Isaac Albéniz, Enrique Granados, Celedonio Romero y por supuesto Joaquín Rodrigo, el autor del famosísimo "Concierto de Aranjuez".
3 comentarios:
Este tipo de piezas me gustan mucho... por alguna razón cuando estudiaba guitarra, los profes siempre me ponían a tocar de este estilo...
Qué buen post... Por cierto que quienes saben de guitarra clásica conocen dos detalles del Capricho: primero, que la partitura señala "six in D", es decir, que la sexta cuerda hay que afinarla en Re, y no en Mi, como suele ser. Y segundo: que la pieza inicia con un armónico en el séptimo traste, es decir, se tocan tres cuerdas, pero apenas pulsándolas, casi sin orpimir, al estilo de, por poner un ejemplo del rock, el primer acorde de "Roundabout" de Yes... Bueno, por cierto, hay otra pieza maravillosa de Tárrega, quizá la más famosa que compuso: "Recuerdos de la Alhambra", en que claramente se nota el contraste anímico entre su primera parte, triste y en tono menor, y la segunda, alegre y en tono mayor. Te la recomiendo. Un abrazo.
Nihil, gracias por el comentario erudito, eso enriquece y retroalimenta.
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